A su vez, se aclaraba que lo robado no era de su pertenencia, sino que eran de un joven que vive en el mismo terreno pero en otra casa; tratándose de una mochila en cuyo interior se hallaba una computadora, teléfonos celulares y otros efectos, como así también la suma de $15.000.
Rápidamente comenzaron los trabajos investigativos, los que determinaron que se trataba de una falsa denuncia, en la que la misma persona que había efectuado la denuncia por robo habría escondido el dinero en el fondo de la vivienda y había entregado la mochila con los otros efectos a otra persona para que los guardara.
El dinero, la computadora y los otros efectos fueron hallados por la Policía.
Se inició entonces una causa por falsa denuncia.