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¿Es posible certificar que un lugar, un hotel por ejemplo, está “libre de Covid-19”?

Esta pregunta es el eje de una fuerte polémica que ha ocupado las primeras planas de algunos diarios españoles y que, más tarde o más temprano, podría desembarcar en Argentina y en Entre Ríos, donde el sector turístico explora senderos innovadores para recuperarse.

Este viernes por la mañana, el secretario de Turismo y Desarrollo Económico del municipio, Aldo Álvarez, anunció desde el Centro de Convenciones “un programa muy importante que se llamará ‘Destino Concordia, destino confiable’”.

“Estuvimos gestionando con una empresa de Brasil, para lograr el sello de confianza ‘Free Covid’”, resumió el funcionario, y adelantó que la iniciativa cuenta “con una matriz muy importante desde la bioseguridad, la innovación y el marketing. Será algo novedoso dentro de la provincia”.

Precisó que el programa tendrá como objetivo “formar en bioseguridad, con 9 módulos dictados en tres meses, a los gerentes de los hoteles y alojamientos”. Se buscará que la “implementación de los protocolos sea real y la gestión de riesgo, eficiente”.

La empresa a la que aludió Aldo Álvarez es Freecovid, iniciada por Nicolás Ferreyra, junto a Javier Capitaine, Ricardo Rodríguez, Leandro Planas y Flavio Jordao.

En una entrevista que Ferreyra concedió al diario El Cronista, contó que Freecovid ya opera en Argentina y Brasil y tiene negociaciones avanzadas en Colombia y México. Su objetivo para fin de año es llegar a estar sólidos en, al menos, cuatro países y 3000 establecimientos.
Polémica en España
En Europa el virus llegó antes que a la Argentina. Por lo tanto ya tienen un camino recorrido, no exento de polémicas, en la búsqueda de estrategias que permitan la reapertura de actividades claves, como lo es el turismo.

Un ejemplo: A mediados de mayo, Casa Sista de Torremolinos (Málaga) se convirtió en el primer restaurante de Europa que dijo ser "libre de coronavirus".

La idea de una etiqueta 'Covid free' comenzó a extenderse en el sector turístico español, de la mano de varias asociaciones hoteleras regionales. Decenas de entidades privadas, organizaciones empresariales e incluso instituciones públicas se pusieron manos a la obra y lanzaron sus propias certificaciones. Tiendas, bares, restaurantes y hoteles ya cuelgan en sus escaparates unos distintivos de "establecimiento seguro" o "libre de coronavirus" que han desatado una creciente polémica, reveló en un completo informe el sitio Expansión, dedicado a la economía.

Entre otras organizaciones, la Confederación Española de Comercio (CEC), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) han mostrado su rechazo. Pedro Campo, presidente de la CEC, que agrupa a los pequeños y medianos comercios, apunta que "no necesitamos que ningún certificado demuestre que cumplimos el protocolo que exige Sanidad para abrir nuestros establecimientos: es una irresponsabilidad dar a entender que unos cumplen mejor que otros". Campo destaca que "sólo percibimos un afán recaudatorio y de hacer negocio".

La OCU añade que no es posible garantizar con ningún sello que un establecimiento esté libre de coronavirus. Así, hace hincapié en que "se puede asegurar que se ha desinfectado, pero no que permanezca así en el momento en que vuelva a abrirse". Dado que una persona asintomática puede propagar el virus, el tratamiento de desinfección no ofrece garantías ilimitadas. Por su parte, Anecpla define estos sellos como "una mera herramienta de márketing sin ningún aval científico que lo respalde", que puede generar una falsa sensación de seguridad entre los consumidores.

Las tres organizaciones españolas reclaman que la autoridad competente intervenga para poner freno a esta proliferación de sellos. Sin embargo, Sanidad se mantiene al margen por el momento: no ha fomentado la creación de estos distintivos pero tampoco ha optado por limitar su uso.

Pese a estas recomendaciones, la presencia de los sellos sigue en aumento en comercios y establecimientos, sobre todo en el ámbito de la hostelería y el turismo. Aenor es una de las firmas de certificación que, a través de una auditoría, revisan y aprueban los protocolos que aplican las empresas frente al coronavirus. La entidad reconoce que no es posible garantizar que no se producen contagios, pero sí que la compañía en cuestión aplica todas las medidas necesarias para evitarlo.

Entre las empresas que ya lucen este distintivo en sus espacios, destaca el caso de Iberdrola, Carrefour e incluso Renfe, que anunció hace unos días que trabaja con Aenor para certificar que sus trenes cumplen con las medidas de prevención y seguridad.

Otro de los ejemplos es el sello 'Establecimiento Seguro' que ha puesto en marcha la consultora Ecix, especializada en gestión de riesgos jurídicos y empresariales. "Los pequeños empresarios no son expertos en normativa y a veces no cuentan con asesoramiento especializado en la materia; hemos visitado más de 1.000 establecimientos en Madrid y muchos no lo tienen claro aún", afirma Álvaro Écija, presidente de Ecix.

Además de ayudar a cumplir la normativa, Écija considera que "el hecho de que una empresa especializada independiente certifique que se cumplen las medidas frente al Covid-19 genera más confianza a los clientes y usuarios". En el caso de Ecix, los comercios interesados solicitan el distintivo a través de una autoevaluación por vía telemática. Una vez realizada, un consultor se desplaza hasta el establecimiento para certificar el cumplimiento de todas las medidas, emitir un nivel de calificación y dar recomendaciones de mejora.

Por lo general, el precio de estos sellos oscila entre los 300 y los 1.000 euros -por ejemplo, 340 euros en el caso de Ecix-, aunque puede superar esa cantidad si se trata de una gran compañía con múltiples establecimientos. Incluso la Cámara de Comercio de España y la red de Cámaras territoriales han activado el sello "Comercio de Confianza", cuyo único requisito es que el negocio realice una declaración responsable y se comprometa a cumplir el protocolo. Su emisión tiene un coste de 50 euros, más 7 por cada identificador en el establecimiento.

Mientras que algunos como la Generalitat Valenciana se han posicionado en contra de estos sellos, otras instituciones han apostado por desarrollar sus propios distintivos gratuitos. Entre otros, así lo han hecho la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid, que ha puesto en marcha el distintivo 'Garantía Madrid' para certificar que las organizaciones cumplen con la normativa de seguridad.

A falta de una certificación oficial, aquellos comercios que se planteen la conveniencia de utilizar estos sellos "deben analizar la fiabilidad de cada distintivo y, en especial, qué notoriedad e impacto tendrá sobre sus clientes", comenta Joan Riera, profesor de innovación y emprendimiento del departamento de dirección general y estrategia de Esade.

Riera apunta que las pymes deben valorar que existen otras formas de transmitir la labor que realizan para garantizar la seguridad de los consumidores: "Si lo comunicas de forma personalizada, no necesariamente por medio de una certificación genérica, será un elemento de diferenciación con tu competencia". Por último, el profesor de Esade subraya que "los establecimientos que disponen de una clientela habitual y recurrente no tienen tanta necesidad de generar confianza, algo que sí ocurre en otros sectores como el turismo".
Qué garantizan realmente los sellos
Isabel Oliver, secretaria de Estado de Turismo, advirtió en mayo que ningún sello puede acreditar que un establecimiento esté libre de coronavirus. De hecho, la principal polémica en torno a muchas de estas certificaciones reside en su propia denominación comercial ('Covid free') y la sensación de que prometen más de lo que pueden cumplir. Estos distintivos -tanto los lanzados por entidades privadas como por instituciones públicas- constituyen un documento que garantiza que el local cumple con el protocolo y las medidas que Sanidad impone a cualquier establecimiento que desee abrir sus puertas de nuevo. Desde la Confederación Española de Comercio, inciden en que los pequeños y medianos comercios están haciendo grandes esfuerzos para limpiar, higienizar y desinfectar sus locales, pero nadie puede asegurar que un espacio determinado está a salvo del virus. Una vez se realiza la desinfección y comienza el flujo de personas en el establecimiento, el hecho de tomar las medidas necesarias no genera la certeza de que no se producirán eventuales transmisiones del virus o focos de contagio en el local. Aunque el protocolo se siga de forma intachable, las personas contagiadas asintomáticas que accedan al local también pueden propagar el Covid-19. En particular, sectores como la hostelería dan lugar a espacios en los que entran y salen clientes que se ponen y quitan la mascarilla de forma constante, con el riesgo que eso conlleva para el entorno. Asimismo, medir la temperatura a cada usuario en el acceso tampoco garantiza que no tenga el virus y no pueda contagiarlo. Por ello, la OCU alerta sobre cómo la denominación "libre de coronavirus" resulta engañosa y genera una falsa percepción de seguridad entre los clientes, algo que puede conducir a una peligrosa relajación de las medidas de seguridad.
Cuáles son los riesgos legales
Los establecimientos se apoyan en estos sellos para acelerar la transición hacia la nueva normalidad e infundir confianza entre sus clientes. Sin embargo, ¿podrían afrontar riesgos legales los comercios que utilicen estas certificaciones?

"Hasta que no haya un distintivo oficial, no recomendamos que se opte por etiquetas o distintivos de compañías privadas debido a la imposibilidad de garantizar que una empresa está libre de virus", apunta Raúl Rojas, socio de laboral de Ecija, que explica que una expectativa de seguridad incumplida podría conllevar responsabilidades a los negocios en los que se produzca algún contagio.

En concreto, existiría "un problema de responsabilidad civil en caso de que se genere un foco de infección y se demuestre que el establecimiento no ha adoptado las medidas exigidas por la legislación vigente", indica Eduardo Ayuela, socio responsable de mercantil de Ayuela Jiménez Abogados. Madrid. De esta forma, SGS garantizaba la limpieza en la distribución con el estándar 'basura cero' y aseguraba que todos los ejemplares en circulación llegaban a repartirse, con lo que el medio gratuito pudo demostrar a sus anunciantes que cada diario que salía de su imprenta terminaba en manos de los lectores.
Fuente: El Entre Ríos

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