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La Justicia Federal condenó a un remisero de Gualeguaychú por estar involucrado en una red de trata de personas con fines de explotación sexual. El sujeto era el encargado de transportar a las víctimas hasta el lugar donde eran prostituidas.

El Tribunal Oral Federal de Paraná, en su integración unipersonal en la vocalía de Lilia Carnero, resolvió condenar a NRM, a la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso su libertad condicional por haber cumplido más de ocho meses en prisión.

También le impuso los compromisos de conservar su trabajo de remisero y hacer saber al Juzgado de Ejecución cualquier cambio en su domicilio. Se trata del cierre de la causa que tuvo al remisero y a tres personas más, dos mujeres y un hombre, imputados por infracción a la Ley 26.364 (Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas) en concurso real con infracción a la Ley 12.331 (Ley de Profilaxis). NRM fue hallado participe secundario de aquellos delitos, en la modalidad de acogimiento, (Ley 26.364), 11 hechos en concurso real.

En la audiencia de trámite abreviado, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por el fiscal José Ignacio Candioti, mientras que la defensa técnica del procesado fue ejercida por el defensor oficial, Alejandro Joaquín Castelli. La jueza recordó que “algunos de sus consortes procesales fueron condenados mediante sentencia Nº 20/20, el pasado 21 de septiembre de 2020, tras ser homologado el acuerdo de juicio abreviado”.

En aquella oportunidad, ACH y LBC, fueron consideradas autoras materiales responsables de aquellos delitos, y acordaron cumplir las penas de cinco años de prisión y cuatro años y ocho meses de prisión, respectivamente; en tanto que EIM, fue considerado partícipe secundario de aquellos mismos delitos y acordó la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo. Al igual que NRM, se dispuso su libertad condicional por haber cumplido más de ocho meses en prisión.
El rol del remisero y cómo funcionaba la red
La causa comenzó a sustanciarse a partir de un llamado telefónico anónimo, realizado el 17 de septiembre de 2012, a la Delegación Concepción del Uruguay de la Policía Federal Argentina (PFA), en el que se “daba cuenta que en local nocturno llamado ‘Whiskería 14’ ubicado en el kilómetro 53 de la ruta nacional N 14, en el departamento Gualeguaychú, se encontrarían 11 mujeres jóvenes obligadas a mantener relaciones sexuales por dinero, que tendrían prohibido el uso de teléfonos; y que para realizar giros de dinero a sus familiares eran acompañadas por un custodio armado en un automóvil de alquiler, conducido por el remisero NRM”.

Las tareas de vigilancia permitieron establecer que “en el inmueble indicado funcionaba un local nocturno denominado “Whiskería La 14”; que la propietaria era ACH, quien se domiciliaba con su esposo EIM en la calle Angelelli de Gualeguaychú, y que se observaba que la vivienda era frecuentada por NRM, quien se conducía en un Renault Clío”, rodado que “fue visto en el local nocturno con tres mujeres a bordo, a las que luego del cierre del burdel trasladaba a sus domicilios en la ciudad de Gualeguaychú".

En el acuerdo se precisó que del abreviado anterior surgió que “ACH ayudada por LBC, había montado ese comercio, ellas lo regenteaban, con la asistencia secundaria de NRM, quien era el encargado de trasladar a las mujeres hasta la ciudad para efectuar distintos trámites, y a su vez regresarlas al tugurio. Dado lo cual, es evidente que la participación de NRM era fungible, accesoria, habiendo participado en el plan doloso ideado por sus consortes ACH y LBC”.
Fuente: El Diario

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