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El equipo periodístico de Convoca (Perú) desarrolló una historia interactiva que muestra el grado potencial de conflictos de intereses que tiene cada uno de los Ministros de Gobierno. El caso impacta especialmente en Argentina donde el Macrismo ha designado a ex CEOs de las principales compañías privadas al frente de la toma de decisiones de Gobierno.
El proyecto en Perú
Bajo el título “#TránsitoMinisterial”, la organización periodística Convoca de Perú ha lanzado una historia interactiva que muestra el grado de incompatibilidad que puede tener cada Ministro del Gobierno actual por su paso previo al frente de las principales empresas sobre las que ahora tienen que tomar decisiones.

La propuesta invita a “seguir la trayectoria de los Ministros del Estado” para que los ciudadanos conozcan “qué cargos ocuparon los representantes de los 19 ministerios del gobierno peruano en el sector público y privado” con la posibilidad de “descubrir potenciales conflictos de interés”.
La iniciativa del equipo periodístico de Convoca permite explorar caso por caso cada uno de los vínculos de los actuales ministros con las áreas en las que deben tomar decisiones. Se trata de un proyecto interactivo que permite que los usuarios del sitio puedan recorrer la historia e identificar de forma sencilla y rápida qué áreas tienen a su cargo los Ministros y qué participación han tenido en las empresas a las que afectan las decisiones ministeriales.

El resultado es el que todos imaginan: altos niveles de incompatibilidades o riesgos de potencial conflicto de interés en el impacto de las decisiones de los Ministros sobre las empresas que muchos de ellos aún controlan. El proyecto puede explorarse en el siguiente enlace: http://convoca.pe/especiales/juegosdelpoder/transito-ministerial
El karma de los Ministros
Ante el caso peruano, Argentina no tiene nada que envidiar. Por el contrario, el nivel de conflictividad potencial (y real) de los actuales Ministros del Gabinete de Mauricio Macri supera ampliamente la constatación del caso peruano.

Sólo por mencionar los casos más resonantes, hay que señalar el claro conflicto de interés del Ministro de Energía, Juan José Aranguren, que tomó varias decisiones sobre los combustibles y el precio de venta a pesar de haber sido accionista de la petrolera Shell. También se suma el caso del entrerriano y actual Ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, que debió devolver el medio millón de pesos que le otorgó la Sociedad Rural tras su retiro de la entidad al asumir como Ministro. Se agrega el reciente escándalo vinculado con el intento para promover el desembarco de Farmacity en la Provincia de Buenos Aires, cuando nada menos que su expresidente y actual accionista Mario Quintana coordina el Gabinete Económico del Gobierno Nacional, sólo por nombrar los casos de conflicto de interés directo.
¿Se puede ser juez y parte?
El umbral de transparencia que pretende fijar el gobierno de Mauricio Macri parece ser su propio verdugo. Mientras se pretende que las decisiones de gobierno queden alejadas de las prácticas de corrupción con las que Cambiemos se diferencia del kirchnerismo, el incómodo lugar en el que Macri ha designado a muchos de sus amigos del sector privado y ex compañeros de Colegio hace que “el ruido” sea inevitable.

No quedan dudas que a esta altura todos tienen claro que un funcionario no puede ser “juez y parte”: ¿O acaso alguien imagina que los corrimientos parciales del Ministro Aranguren en casos que impactan sobre Shell no tengan alguna consideración corporativa sobre la empresa que hizo millonario al actual titular del área de Energía? ¿Puede el Ministro Caputo separar su función sobre las finanzas públicas del club de amigos de la timba financiera de la que participa desde hace más de una década? ¿Es admisible pensar que un accionista de una Multinacional como Farmacity se mantendrá al margen de la expansión territorial que busca la firma, cuyas acciones está a punto de vender Mario Quintana?
Y así podríamos seguir enumerando evidentes intereses cruzados que, sin incurrir abiertamente en prácticas de corrupción obscenas como los bolsos llenos de dólares que revoleaba José López, ponen a muchos hombres importantes del Macrismo en un lugar de extrema incomodidad que dista bastante de la transparencia que declama el Gobierno.
La potencia de proyectos innovadores
Frente a este tipo de casos, la potencia de proyectos periodísticos como “Tránsito Ministerial” del equipo peruano de Convoca se hacen cada vez más necesarios. Estos proyectos ponen sobre la mesa la necesidad de impulsar más iniciativas de este tipo que acerquen de forma simple y comprensible a los ciudadanos las claras incompatibilidades e intereses cruzados que atraviesan a funcionarios de Gobierno y sus empresas privadas o ex jefes, sobre cuyas compañías ahora deben tomar decisiones.

En función de esta propuesta, el equipo de Datos Concepción anunció que trabajará de forma conjunta con los periodistas de Convoca para crear la versión argentina de esta herramienta que quita el velo sobre los conflictos de interés que rodean a los Ministros del Gobierno de Mauricio Macri.

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