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En una reunión de trabajo convocada por el área de Desarrollo Regional de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG), coordinada por el vocal Eduardo Asueta, en la que participaron representantes de organismos argentinos y uruguayos relacionados con la conservación de la fauna ictícola, se abordó la problemática de la pesca furtiva y la equiparación de zonas y permisos de pesca entre Argentina y Uruguay.

De la reunión participaron representantes de CARU, de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos de Uruguay, Prefectura Naval Argentina, Prefectura Naval Uruguaya, Funcionarios Provinciales de Recursos Naturales, Dirección de Pesca, y Fiscalización, Funcionarios Municipales, Representantes del Centro de Industria, Comercio y Servicios de Concordia, de Cooperativas de Pescadores Artesanales, y de la Asociación de Guías de Pesca.

Al respecto, Eduardo Asueta sostuvo que “la zona rivereña de Concordia es una zona muy delicada y muy importante porque es una zona de reproducción que, bien conservada, constituye una de las faunas ictícolas más destacadas a nivel global. Por eso, se abordaron las dos grandes problemáticas que hay sobre esta cuestión, la pesca furtiva que genera un daño importantísimo y se lleva a cabo en una zona considerada de seguridad, como es la proximidad de la represa, y por otro lado, el diferente nivel de aprovechamiento que hay del recurso ictícola entre Argentina y Uruguay, entendiendo que la relación de igualdad debe recomponerse y para eso iniciamos un diálogo constructivo con los funcionarios uruguayos”.

Asueta sostuvo que “la fiscalización puede mejorarse muchísimo y el río puede generar recursos a través de los permisos de pesca a los turistas, unos $16.000.0000 anuales, y con un tercio de esa suma se puede lograr un sistema de monitoreo eficiente, que nos permite eliminar la pesca ilegal, la pesca furtiva principalmente. En relación al trato igualitario con el Uruguay, hay que trabajar, entendemos que si del lado argentino permitiríamos lo que Uruguay permite, entonces generaríamos un gran desequilibrio ambiental. Pero entendemos que son situaciones complicadas que deben resolverse con criterios de inclusión social, a uno y otro lado de las orillas, y creemos que se puede hacer, promoviendo un proceso de migración ordenado, consensuado y beneficioso, desde la pesca artesanal, a la pesca deportiva con fines turísticos.”

Por su parte, Ricardo Lago, entre la comitiva del Centro de Industria Comercio y Servicios, sostuvo que “para nosotros este es un tema muy importante, porque tiene que ver con potencial de desarrollo de nuestra comunidad, hemos radicado denuncias previamente y nos hemos ocupado del tema articulando acciones ante la CARU, e inclusive en Uruguay, nos preocupa la existencia de una frigorífico del lado Uruguayo, porque entendemos que este hermoso río Uruguay no tiene escala para realizar estractivismo industrial”.

Por último, Alberto Alonso, presidente de la Asociación de Guías de Pesca de Concordia, afirmó que “necesitamos soluciones porque estamos viendo un progresivo detrimento de la fauna ictícola y necesitamos un sistema de fiscalización que funcione y termine con la pesca ilegal, porque no hay igualdad ante la ley si no hay fiscalización, a la vez que necesitamos que nuestros hermanos uruguayos sean mas conscientes de la conservación del recursos y del potencial del mismo. Entendemos que si entre todos logramos eliminar la pesca ilegal, va a haber una mejora para todos, para los pescadores artesanales y también para la pesca deportiva y turística”.
Fuente: CAFESG

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