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El Juzgado de Faltas de la Nogoyá decidió sancionar a una empresa del Grupo Bolzán. Se trata de la productora de biodiesel BioNogoyá y los empresarios tienen 72 horas para llevar adelante "el cese seguro" de las actividades desarrolladas en el polo industrial donde funciona conjuntamente con otra empresa cuestionada, Glycopharma.

Según el fallo, la "medida de clausura se extenderá hasta el cumplimiento de la normativa Municipal y Provincial indicada en los vistos y considerandos (otorgamiento de los Certificados de Funcionamiento y Certificado de Habilitación Sanitaria que expide la Provincia de Entre Ríos y Certificado de Aptitud Ambiental que expide la Municipalidad de Nogoyá -previo informe de asistencia técnica de la Provincia de Entre Ríos- y Certificado Conforme de Uso de Suelo)".

El fallo lleva la firma del juez Faltas Eduardo Larrat y se basó en la Ley Provincial Nº 6260 de Prevención y Control de Contaminación por parte de las Industrias, según reveló el periodista Juan Cruz Butvilofsky.

La clausura llega luego de que los vecinos se movilizaran en una masiva concentración en la plaza principal de Nogoyá. Ello derivó en la sanción de una ordenanza que regule las habilitaciones de emprendimientos industriales y la pronta promulgación del intendente Rafael Cavagna.

Durante la jornada de este viernes se conoció la resolución del Juzgado de Faltas que impuso una clausura transitoria de la empresa BioNogoyá hasta tanto cumpla con la extensa lista de requisitos que garanticen que el funcionamiento de la planta no es contaminante. La firma tiene un plazo de 72 horas para realizar el cese seguro que incluye el vaciamiento de tanques, pozos y todos los fluidos que forman parte de la elaboración del biodiesel. Lógicamente, el proceso de paralización debe realizarse bajo un criterio de protección del medio ambiente.

Cabe aclarar que la sanción no alcanza a Glycopharma, empresa que funciona en el mismo complejo y que también es propiedad de Bolzán, aunque en este caso con dos socios rosarinos productores de biodiesel. La fábrica de gliserina lleva a cabo su producción con parte de los residuos de la biodiesel; es por esto que Bolzán se asoció con estos productores rosarinos para llevar a cabo la planta.

Si bien las denuncias de algunos vecinos vienen desarrollándose hace tiempo, fue durante 2018 que los autoconvocados del barrio San Carlos lograron la organización suficiente para hacer notar el daño que estaban causando las dos empresas. De todas maneras, fue la propia contaminación de la empresa la que puso en evidencia su práctica irregular.

Los campos linderos al polo industrial aparecieron inundados por un líquido aceitoso, con olor a un elemento tóxico y esto alertó a los vecinos de la zona. Esto provocó filtraciones en los pozos de agua de algunos vecinos del barrio San Carlos que comenzaron a advertir que de sus canillas y duchas salía un agua turbia con olor y gusto a gasoil.

Además, las empresas arrojaban un líquido de similares características por las cloacas convencionales -a través de una extensión cloacal realizada exclusivamente para las empresas- y esto hizo que por el líquido aceitoso se tapen los conductos y emane el líquido aceitoso en la otra punta de la ciudad.
Fuente: Análisis Digital

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