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Del otro lado del rio Uruguay, en Montevideo, la capital del vecino país, presentaron un diagnóstico sobre violencia hacia las mujeres en el espacio público.

El "Diagnóstico sobre la violencia hacia las mujeres en espacios públicos" es un estudio en el que varias personas que se han enfrentado —o se enfrentan habitualmente— a este problema narran situaciones en las que existen "insultos", "desubicación" y "gestos y comentarios ofensivos".

El texto fue redactado por el equipo de investigación de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República y reitera algunos datos de una encuesta sobre violencia de género que se realizó en 2013.

El 46,8% de las mujeres mayores de 15 años (prácticamente 1 de cada 2) manifestó haber sufrido acoso alguna vez en su vida, mientras que el 35% de ellas dijo haber experimentado muchas veces ofensas verbales en el último año. Las mujeres entrevistadas señalaron que vivieron su primera experiencia de acoso en el entorno de los 12 años de edad, momento coincidente con el comienzo de la etapa menstrual. Y son las afrodescendientes, en promedio, las que más sufren este tipo de avance callejero.

El documento también destaca algunos espacios públicos de Montevideo donde el fenómeno está más acentuado, como el Parque Rodó y algunas áreas de La Unión y Villa Española.

En el Parque Rodó en particular, se denuncian algunos lugares particularmente "oscuros y difíciles".

"Me parece que no es un lugar así donde vos te puedas sentir segura si vas sola. Porque la situación cambió, el acoso es mucho más constante. Yo ahora venía caminando para acá, me bajé del ómnibus, venía una gurisa normal, digo, joven, con unos zapatos con suecos y una falda corta, ya me había pasado ella a mí y detrás mío venían dos hombres, yo no los había visto porque venían detrás, y de repente siento que ella les grita cualquier disparate. Me doy vuelta y se habían metido con ella, o sea ya no podés transitar por ninguna calle, entonces digamos que desde ese punto de vista el Parque me podría generar esa sensación de inseguridad", declara una de las jóvenes que dio su testimonio para la realización del estudio.

El Parque Rodó es además una zona de boliches con una vida nocturna importante, lo que ha generado conflictos específicos.

Desde la Secretaría de Juventud y la Prosecretaría de la Intendencia (de la que depende el Servicio de Inspección General) coinciden en señalar que la "lógica nocturna" de esta área "implica situaciones de mayor riesgo".
Vedado de noche
El informe agrega que el habitar de las mujeres en el Parque Rodó "se encuentra condicionado por las horas del día, la época del año, las zonas habitables y la disposición del espacio público" y que "el acoso se da en todos lados y en cualquier momento". Incluso va más lejos al señalar que "la zona central del Parque en la noche se encuentra vedada para las mujeres".

"La noche y la disposición del espacio inciden en las estrategias para sortear el riesgo de alguna forma de violencia sexual dentro del Parque Rodó. La nocturnidad es un factor limitante para el habitar de las mujeres", destaca el documento. Y hace recomendaciones específicas que atañen a la propia Intendencia de Montevideo:

"Se vuelve fundamental una planificación urbana que tenga en cuenta el tipo de iluminación en trayectos, así como un mayor acondicionamiento de vegetación e infraestructura que es percibida como un peligro para las mujeres, ya que se generan espacio ciegos". Asimismo, se destaca la necesidad de un mayor desarrollo de actividades y servicios que transformen "aún más la disposición y posibilidades de ocupar y apropiarse del espacio".

El documento también señala como una zona muy problemática el parque de Isla de Gaspar (el asentamiento más antiguo, que ha sido realojado en distintas etapas), en Flor de Maroñas.

También se destaca la Plaza de Deportes n.º 5, de 8 de Octubre y 20 de Febrero. La amplia mayoría de las mujeres indagadas en el mapeo coincide en la percepción del entorno como "peligroso".

En particular, el espacio interno de Villa Española se percibe como "hostil y solitario", sobre todo luego de las 18:00 horas. "Las hostilidades se materializan, por ejemplo, en el acceso al transporte público. De hecho, ingresan al barrio solo dos líneas, la 79 y la 306", destaca el documento, de casi 100 páginas de extensión.
Cuatro puntos del documento
Desde edad temprana
Las mujeres entrevistadas señalaron que vivieron su primera experiencia de acoso en el entorno de los 12 años. El 46,8% de las mujeres mayores de 15 años manifestó haber sufrido acoso alguna vez en su vida, mientras que el 35% de ellas dijo haber experimentado muchas veces "ofensas verbales" en el último año.

Una mala movilidad
"Las más jóvenes, si bien suelen salir con mayor frecuencia a actividades nocturnas, perciben la movilidad como un problema: caminar no es una opción posible, los ómnibus tienen poca frecuencia, los taxis pueden resultar costosos, la bicicleta presenta riesgos", dice el "Diagnóstico sobre la violencia hacia las mujeres en espacios públicos".

Un parque en la ciudad
En el informe se denuncian algunos lugares particularmente oscuros y difíciles en la zona del Parque Rodó. Y desde las personas que lo visitan más frecuentemente, se plantean situaciones violentas, en particular, anécdotas de acoso. La Intendencia agrega que por ser una zona de boliches, se generan allí "conflictos específicos".

La Facultad de Ciencias
El texto fue redactado por el equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República y contó con el acompañamiento técnico del Programa Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros de ONU Mujeres. Los datos más viejos pertenecen a una encuesta sobre violencia de género realizada en 2013.
González Viñoly: "Un problema que afecta a mujeres y niñas"
La directora de la División Asesoría para la Igualdad de Género de la Intendencia de Montevideo, Patricia González Viñoly, declaró que "las mujeres y las niñas, transitamos, vivimos y percibimos de forma distinta la ciudad. Desarrollamos estrategias para no estar solas, para acompañarnos, para no escuchar lo que nos dicen en la calle, para superar los miedos sobre nuestro cuerpo. Las experiencias de acoso que vivimos desde edades tempranas, forman y determinan la forma en que nos vestimos, nos mostramos, y también en la que nos movemos en las ciudades".

González Viñoly explicó también que la división sexual del trabajo, entre lo productivo y lo reproductivo, cobra centralidad para analizar las brechas que hay en la ciudad. "Gracias a la encuesta de movilidad en el Área Metropolitana de Montevideo con enfoque de género sabemos que las mujeres usamos más el transporte público, manejamos menos el vehículo propio, pero nos encargamos más del cuidado de personas dependientes y de las compras de los hogares", agregó.

La Intendencia consideró que la aprobación de la Ley 19.580 de Violencia hacia las mujeres Basada en Género permitió avanzar en "la conceptualización, dimensiones y ámbitos de la violencia".

En julio de este año se dictó el primer procesamiento al amparo de la ley de violencia contra las mujeres basada en género, promulgada a fines de 2017.
Fuente: El País de Montevideo

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