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Los incendios en Entre Ríos y en la vecina República Oriental del Uruguay han originado situaciones límites, especialmente en poblados que temieron ser arrasados por las llamas.

En todos los casos, las comunidades cerraron filas con sus bomberos, para ayudarlos a combatir los múltiples focos. Pero poco se dijo acerca de las responsabilidades de las empresas forestales, en aquellos casos en que el fuego se inició en explotaciones de su propiedad.

Los vecinos de Piedras Coloradas, una localidad del departamento Paysandú que pasó por momentos límites ante un incendio que se extendió por 28 kilómetros, cuestionaron a las firmas emplazadas en la zona.

En diálogo con el diario El Telégrafo, consideraron a las empresas forestales en general como la parte más débil del operativo de combate al fuego. “Montes del Plata no nos permitía en ingreso a sus campos para ayudar a combatir el fuego que veíamos que crecía sin parar. ‘Está todo bajo control’, dijeron, pero había cuatro personas trabajando”, contaron.

Hicieron hincapié en que “siempre faltó personal; jamás hubo la cantidad que declararon, son buenos declarantes, pero no se dijo la realidad. No tomaron en cuenta la magnitud que tomaba. Y la maquinaria que usaron fue muy escasa”.

Resaltaron además que “hay que actuar rápidamente en lo que tiene que ver con la distancia mínima entre área forestada y centros poblados. No es anunciar qué se va a hacer quien sabe cuándo. Hay que hacerlo ya. No se puede esperar ni un día”.

En cuanto a los animales atrapados en la zona del incendio, se dijo que “están mezclados, andan por cualquier lado. Hay que reunirlos por propietario y ver qué consecuencia pueden tener en sus patas, al pisar esa zona quemada. Y queda por resolver el problema de la comida y el agua. Que también son urgentes”.

Si bien todas esas declaraciones fueron realizadas sin identificarse las fuentes, “porque quien más, quien menos, está vinculado a las forestales”, el productor Santiago Schneider --que tiene 80 hectáreas en un campo lindero con uno de Forestal Oriental-- habló abiertamente. Schneider aseguró: “no tengo ninguna duda de que hubo negligencia porque lo viví. La falta de resolución y de conocimientos fue enorme. A mí personalmente me fallaron, porque cuando empezó el fuego detrás de mi casa, llamé al encargado del área de Forestal Oriental y le avisé del fuego, que se podía abatir, porque era chico. No me dieron importancia”.
Fuente: El Telégrafo

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