La medida seguramente traerá aparejado contratiempos en los vecinos de Pueblo Belgrano, que todos los días asisten a sus trabajos en Gualeguaychú, como también aquellos que realizan trámites en la vecina localidad.
Pero la excusa es muy válida. La Municipalidad dispuso de doce horas de trabajo ininterrumpido para, en ese tiempo, hacer frente a todos los trabajos de mantenimiento que debe recibir la estructura por la que todos los días pasan ciento de vehículos.
Uno de los responsables del área confió que sólo se trata de trabajos de mantenimiento, propios para un puente de estas características, que está a poco de cumplir 100 años de historia, como testigo privilegiado del crecimiento de una ciudad.
La historia del puente naranja
Su construcción comenzó en el año 1929, siendo Hipólito Irigoyen el presidente nacional, Eduardo Laurencena el Gobernador de Entre Ríos y Bernardo Peyret el Intendente municipal. Tras dos años de trabajo, se inauguró el 13 de junio de 1931. Fue una obra gestionada con fondos nacionales y provinciales.El primer nombre que tuvo fue “Hipólito Irigoyen”, pero al poco tiempo se llamó “6 de septiembre”, en referencia al día que ocurrió el Golpe de Estado de 1930 que encabezó José Félix Uriburu. Tampoco duró demasiado ese nombre, ya que en 1931, año de su inauguración, recibió el nombre de “La Balsa” y, finalmente, desde el 27 de noviembre de 1986 el puente lleva el nombre de “Claudio Méndez Casariego”, en honor a quien fuera Intendente de Gualeguaychú en dos ocasiones: 1924-1925 y 1939-1943. Además, se le reconoce debido al arduo trabajo y la gestión que hizo para la concreción de la obra.
