Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Recibió un reconocimiento en el Congreso de la Nación y ahora va por el sueño del taller propio donde enseñar. Mientras cursa los últimos meses de su escuela secundaria y realiza un preparatorio para comenzar a estudiar un Profesorado de Arte, asegura: “No importa la edad, siempre se puede aprender”.

La artesana Dalila Borda es oriunda de barrio El Brillante, ciudad de San José. Tiene 48 años y está cursando los últimos meses de su escuela secundaria; comenzó además el preparatorio para estudiar un Profesorado de Arte, con el sueño de tener un taller en el cual enseñar telar y arte libre de expresión. Esta semana tuvo el honor de ser distinguida en la Cámara de Diputados de la Nación con el Premio internacional Award the Best en la categoría “Telar Artesanal”. Entre los fundamentos, los organizadores indicaron: “En reconocimiento a su importante tejido artesanal en telar, siguiendo las costumbres y trabajos de nuestros antepasados y representándolos en nuestros días como maravillosas obras artísticas”.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
Entrevistada por El Entre Ríos, la artesana contó parte de su historia y la experiencia de recibir este premio.

“Hace aproximadamente 20 años comencé a trabajar para Josefina y Sofía Maxit tiñendo lanas y tejidos. Con ellas estuve seis años y guardo un gran cariño porque fueron las primeras que me dieron trabajo y gracias a Dios pudimos salir adelante. Luego mi esposo aprendió a tejer con Doña Blanquita Guy, que hoy tiene 98 años y le enseñó gratis. Yo era su ayudante y mirándolo a él aprendí a tejer, entonces en casa hicimos un taller y me independicé”, comenzó diciendo.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
“Me gusta la poesía, el dibujo, el arte siempre me interesó. Entonces hace tres años me anoté en el taller de Silvia Orcellet, donde hago arte abstracto. Ella pertenece a una organización que se llama Manos Unidas por la Paz, que el próximo año cumplirá 50 años. Se encargan de buscar gente solidaria que trabaja silenciosamente, además de artistas no reconocidos. Silvia había presentado mis datos, ellos averiguaron y hace un par de meses recibimos la noticia de que había sido elegida”, agregó.

“Pese a que sabía que era en el Congreso de la Nación, no me imaginé que el premio era de tal magnitud hasta que estuve ahí. Había gente de Brasil, Perú, Uruguay. Estaba, por ejemplo, una señora de Pueblos Originarios que pudo estudiar, se recibió de abogada y escritora y va a trabajar a la selva, médicos que trabajan sin cobrar nada, grandes poetas. Eran más de doscientos premiados”, dice Dalila.

Cuenta que al subir al escenario para recibir el premio, expresó: “Este premio se lo dedico a todos los artesanos olvidados, a los talleristas que trabajan a escondidas y les pagan una miseria; a nuestros hermanos de Pueblos Originarios que trabajan muchísimo y apenas si les pagan. Además, a las mujeres les dejé el mensaje de que no importa la edad, siempre se puede aprender”.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

Enviá tu comentario