Una fiesta de campo
Una multitud se reunió, este 7 de octubre, en los alrededores de “El Viejo Almacén Sauer”, en plena Colonia Yeruá, zona rural ubicada a exactos 50 kilómetros de la planta urbana de Concordia.“Arrancamos a las 10 de la mañana, con un desfile de agrupaciones. Después hubo ballets folclóricos: uno de General Campos y otro de la provincia, que vendrán a visitarnos. Después números musicales y destrezas gauchas, desde las 14”, resumió Belén Sauer.
Ella es parte de esa quinta generación, heredera de ese legado único en la región: “Casa Sauer”, una pulpería que abrió sus puertas en 1895 y nunca más las cerró. “Mi tatarabuelo se llamaba Federico Cristian Sauer y se instaló acá. Su primer hijo, Carlos Sauer, fue el que fundó el almacén. Empezaron a probar suerte: compraron parcelas de campo, se instalaron acá y de ahí empieza la historia del viejo almacén”, resumió a la emisora de El Entre Ríos en Concordia.
Dejaron Europa para trabajar en Entre Ríos
“Entretenido y familiar para aprovechar el campo. Fue una fiesta de campo”, en plena Entre Ríos, ignoto lugar al que a fines del siglo XIX llegaron los Sauer desde su Dinamarca natal. “Llegaron a Buenos Aires donde empezaron a trabajar de empleados hasta que después pudieron comprar parcelas de campo. Mi tatarabuelo se instaló acá, en Colonia Yeruá, Departamento Concordia, y formó su familia”, contó al programa “Club de AMIGOS” (sábados de 10 a 12) por www.oidmortalesradio.com.ar. “Compró este lugar, lo formó y empezaron a trabajar sus hijos. Hasta el día de hoy estamos acá trabajando con el almacén que está intacto”, destacó en referencia a que ni un ladrillo ha sido modificado de su construcción original.
“Mi tatarabuelo era arquitecto, o sea no tenía ni idea de lo que era la zona rural. Ellos vinieron acá a probar suerte y, como todos los inmigrantes, no tenía idea de lo que era el gaucho”, recordó y luego resaltó: “vinieron a trabajar, vieron que había mucha riqueza en nuestro país porque siempre la hubo, mucho potencial y ellos lo supieron explotar bien. Es una historia hermosísima”.
Un viejo almacén que es “una gran familia”
Tan valiosa es su propia historia familiar, como la de miles y miles que habitaron este suelo entrerriano, que los Sauer la cuentan y comparten a diario en esa vieja pulpería, que luego fue un almacén de ramos generales y hoy es “un punto de encuentro, un club social para la gente donde viene, se instala, toma su copa, lleva sus alimentos para la semana. No solo los hombres vienen a participar, tomar su copa, sino que las mujeres también vienen, juegan a la lotería, charlan, van al jardín. Somos una gran familia”, resaltó.
Turismo rural y el museo que vendrá
Incipiente. Así puede resumirse el fenómeno del turismo rural en la región de Salto Grande. Desde este año, “El viejo almacén de Sauer” también es parte de ese circuito. “Vemos que se le ha dado mucha importancia de parte de la Provincia, nos están ayudando un montón. Nos están reconociendo como turismo rural y eso es de gran importancia para nosotros como para tanta gente que quiere trabajar del turismo rural”, explicó la mujer. ¿Qué le ofrecen a los visitantes y turistas? “Es venir a pasar un día de campo, que compartan cosas como las que compartimos acá, comer cosas caseras, salir a andar a caballo, jugar un truco, jugar a las bochas, tomar una copa en el almacén”.
Esa historia que ayer cumplió un nuevo capítulo o que, en verdad, comenzó a escribir una nueva página: la 124 de su vida de familia, trabajo y pertenencia a una tierra que aquellos daneses abrazaron para nunca más dejarla.