En ese sentido, remarcó que esta es una realidad que nos atraviesa a todos, que duele y por eso hay que involucrarse y hacer algo por el prójimo.
El tema de la droga es una realidad que nos duele y nos involucra a todos, por eso debemos hacer algo. Por eso, desde la Iglesia, hace tres años que hacemos una asamblea diocesana con delegados de todas las parroquias e instituciones y analizamos esta temática, contó el cura en declaraciones al programa A quien corresponda.
En ese sentido, dijo que es necesario acompañar a la familia, formarse y capacitarse. Además es fundamental defender la vida y acompañar al que sufre de algún tipo de adicción.
En ese sentido, el cura sostuvo que este flagelo afecta más a los barrios pobres, pero quizás es porque se nota más, no quiere decir que a personas con un nivel cultural más alto o mejor posición económica no los efecta. La droga se ve en todos los estratos sociales.
El Estado provincial y municipal apoyan las propuestas sobre estos temas y por eso se hace un importante acompañamiento de los jóvenes con adicciones en algunos barrios, donde se abrieron centros de ayuda, pero no se ha dado a conocer mucho porque se aconseja proteger la intimidad de las personas con estos problemas, aclaró.
Finalmente, el sacerdote sostuvo: La gente tiene miedo de hablar de este tema, al periodismo le cuesta tocar estas cuestiones y son pocos los que analizan esto. Quizás sea un poco por un grado de ignorancia sobre el tema que a algunos políticos les cuesta hablar sobre este flagelo.