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La 19ª audiencia del juicio Varisco/Celis comenzó con la exhibición audiovisual de una conversación entre Daniel Celis y Luciana Lemos. En la misma se mostró un diálogo referido al comercio de cocaína, incluso con videos en dónde Lemos le exhibía el material estupefaciente al líder narco a través de Whatsapp.

Tras esto, comenzó la ronda de declaraciones indagatorias previstas para esta jornada ya que los dos testimonios que iban a declarar por videoconferencia no pudieron hacerlo. Cabe mencionar que son dos testigos importantes ya que fueron quienes presenciaron el allanamiento a la casa de Luciana Lemos dónde se hallaron los más de 3 kilos de cocaína y un cuaderno con anotaciones incriminatorias contra los funcionarios municipales.

También, tal y como estaba previsto, declaró en indagatoria la funcionaria municipal y agente policial, Griselda Bordeira.

"No tengo nada que ver con los hechos que se me imputan". Esas fueron las primeras palabras de Bordeira ante el Tribunal Oral Federal (TOF) compuesto por Lilia Carnero, Noemí Berros y Roberto López Arango. La indagatoria de la funcionaria municipal se extendió por más de 2 horas y aceptó responder todas las preguntas de los jueces y la Fiscalía a cargo de José Candioti, Carlos García Escalada y Leandro Ardoy.

Por momentos se mostró conmovida por la situación, principalmente cuando se refirió a su madre y el análisis pericial respecto al destino de pautas publicitarias de la Municipalidad de Paraná. Cabe recordar que hay pautas que fueron destinadas a la madre de la funcionaria y dentro de la investigación se dudaba respecto a los motivos de por qué el Ejecutivo le daba dinero para publicidad. Bordeira explicó que tienen desde hace tiempo "una empresa familiar para vender publicidades" y ofreció prueba documental al respecto.

También ofreció como prueba capturas de pantallas de Facebook en donde ella promocionaba la feria en la cual intentó vender los zapatos adquiridos a Cristian Silva y Hernán Rivero. Cabe recordar que Bordeira le habría comprado un lote de zapatos y otros elementos en la suma de $800.000 a Silva en 8 cuotas de $100.000 pero que el negocio se frustró, según la palabra de los propios imputados. Se le preguntó a Bordeira si conocía que ese negociado haya tenido que ver con Daniel Tavi Celis y ella respondió que ella desconocía esa situación. Cabe recordar que hay un dialogo entre Celis y Silva donde el líder narco le reclama a Silva dicho acuerdo y el pago de la deuda que Bordeira tenía para con él.

"Mi única relación con los Celis es a través del Movimiento Vecinalista del Oeste (MVO). Nunca financiamos el narcotráfico. Si, reconozco que le di $10.000 a Luciana Lemos en abril del 2018, pero Lemos nunca me manifestó que tenía algo que ver con la droga", se excusó y negó que Lemos le haya llevado droga al Municipio. Más adelante reconoció que sabía que Celis tenía vínculos con el negocio del narcotráfico porque en la Policía "se comentaba" y por una publicación periodística de Revista Análisis de agosto/septiembre del 2015.

Bordeira se refirió a dos encuentros que ocurrieron en la Municipalidad de Paraná el 27 de abril del 2018. Un primer encuentro ocurrió cerca del mediodía en el cual Lemos fue recibida por Bordeira y Pablo Hernández, a los que les reclamó plata a nombre de Celis. El segundo, esa misma tarde en la Municipalidad, en donde Lemos amenazaba con no retirarse del Palacio Municipal si no le daban "algo de dinero" para darle a Celis que venía reclamando una deuda que tenían para con él.

En ese contexto, Bordeira esgrimió que se vio apretada en los horarios por tener que ir a buscar a su hija a las 19 horas y que Lemos no quería irse. Esto habría motivado, según el relato de la funcionaria, a que vaya al cajero automático y retire los $10.000 para entregárselos a Lemos. Al momento de irse, "llegó Pablo Hernández pero desconozco cuánto dinero le dio".

"Lemos decía que tenía que llevar algo de dinero porque sino Celis se la iba a agarrar con ella. Ella se mostró triste, preocupada. No tenía la misma postura que tiene ahora, a mí me gustaría que hagamos un careo con Lemos", espetó Bordeira.

Esta situación, relatada por Bordeira en la que Lemos advertía que no se iba a ir de la Municipalidad sin que le entreguen dinero, fue advertida por los fiscales y se le preguntó por qué no había decidido denunciar, siendo que Bordeira era funcionaria pública y policial y tiene el deber de denunciar ante la comisión de un delito. Allí, la funcionaria tuvo respuestas dubitativas. Por un lado reconoció las amenazas como algo común de la política, por el otro dijo que no se sintió amenazada porque el dinero no se lo reclamaban a ella, pero después terminó pagándole $10.000.

El juez López Arango insistió y le preguntó respecto del pago ante esa situación extorsiva y Bordeira reconoció que buscó "protegernos a todos".

Bordeira apuntó fuertemente contra Emanuel Gainza, concejal de Cambiemos, ya que "le prometió muchas cosas a Celis y después le apagó el teléfono". En otro tramo, dijo que desde el gobierno nacional se le hicieron promesas a Celis pero cuando se le preguntó sobre los funcionarios que habían realizado esas promesas, Bordeira volvió a apuntar al edil que fue excluido de esta causa por falta de mérito: "El representante del gobierno nacional era Gainza", remarcó. De hecho, recordó un acto de entrega de guardapolvos que se hizo en la Seccional Nº11 (zona oeste, territorio de Celis) y aseguró que ese encuentro "se gestionó a través del gobierno nacional".
Acuerdo Varisco/Celis
"Yo no voy a negar el acuerdo político. Los Celis militaron para nosotros con el MVO. Yo me enteré que eran narcotraficantes más adelante", expresó luego Bordeira. Se le preguntó a la funcionaria respecto al diálogo que tuvo con Hernández en donde ella lo acusó a él y a Varisco de haber "metido la droga en el partido". Ella argumentó que dijo esa frase en un momento de "enojo, humillación y vergüenza". "Me dolió mucho, lo dije enojada, los medios nos tildaban de narcotraficantes. No podíamos entregar un bolsón porque nos trataban de narcos todo el tiempo", agregó. "Yo siempre le reclamé a Hernández la participación de Celis en la política", acotó.

Después se le preguntó respecto a otra comunicación en la que Bordeira quiso poner un límite y aseguró "hasta acá llegué". "No tiene nada que ver con Celis, no quiero dar nombres de manera pública por resguardo a mi familia, pero eso tiene que ver con un listado de nombres que nos pasó el sindicato para que contratemos en el Municipio. Yo me fijé en la lista y había algunos que tenían vinculaciones con el narcotráfico y el intendente no sabía", señaló.

Reconoció que Celis presionaba para que se cumpla con lo que presuntamente se había acordado pero que ella no podía dar detalles de dicho acuerdo porque retomó la militancia para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto del 2015 y el acuerdo había sido realizado antes.

"Fue una discusión interna si blanqueábamos o no a Celis. Yo le tuve que decir personalmente a Celis que no iba a ser funcionario cuando el planteaba esa necesidad. Le dije que no porque ya había un medio periodístico que hablaba de sus vínculos narco", admitió Bordeira.

En un tramo posterior, aseguró que Celis quería ser el funcionario a cargo de la Unidad Municipal Nº2 (UMN2) de Paraná. Ahora bien, cuando se le preguntó si sabía quien manejaba la UMN2 dijo que "legalmente la dirigía Hernán Rivero". Esta consideración fue advertida por la jueza Berros que le repreguntó por qué hacía la aclaración de "legalmente" y Bordeira se mostró dubitativa: "Celis aprovechaba de los contactos que tenía en la UMN2 y les daba órdenes porque se manejaba así".

Ante la consulta, respecto al vínculo entre Rivero y Celis, Bordeira debió reconocer después de un par de preguntas: "Puede ser que a Rivero lo haya sugerido el propio Celis" para ocupar el cargo.

El manejo de Celis en la zona oeste quedó en evidencia: "Celis era un gran militante social, sacando lo ilegal", dijo Bordeira. Es más, reconoció que "hay lugares donde la gente está cansada de promesas incumplidas y no podías entrar si no era con ellos", en referencia al MVO.
El arrepentimiento
La indagatoria de Luis Céparo generó polémica: "Yo quiero ratificar lo que dije en primera instancia y agregar algunas cosas". Céparo declaró en calidad de arrepentido y su primera indagatoria tiene carácter reservado.

El pedido de la defensa de los hermanos Ghibaudo para que se lea la primera declaración completa generó una discusión que derivó en un cuarto intermedio para resolver. Es que la defensa de Céparo pidió que se retiren todos los imputados para resguardar la integridad física de su defendido. De hecho, el resto de los acusados se mostraron interesados en escuchar que había declarado Céparo y no querían retirarse de la sala.

El TOF resolvió que los imputados salgan de la sala y se leyó la breve declaración de Céparo en la etapa de instrucción. Allí relató que el Tavi Celis lo buscó "2 meses antes de caer preso" y le pidió que busque un campo para hacer un aterrizaje. Céparo pensó en el campo de María Grande de los hermanos (Raúl y Omar) Ghibaudo y los llamó para ofrecerles el negocio: "Al campo fuimos a verlo varias veces con Tavi y otra gente que no conozco. La pista la hice yo con el tractor de un vecino pero nunca se ocupó por la lluvia. Luego cayó detenido Tavi y todo paró".

"Después apareció Titi Celis para alquilar la pista para el Tavi. Volvió a llover y nunca la pudimos usar. La fueron a ver con unos paraguayos y brasileros pero siempre con la compañía del Titi. Ahí un hombre gordo y rubio que estaba en una camioneta negra me dio $10.000 para cargar combustible y dejarlo en el tanque para la avioneta", agregó Céparo.

Como la lluvia no los dejó usar el campo de María Grande, tiempo después Titi y Céparo acordaron hacerlo en el otro campo de los Ghibaudo en la zona de Colonia Avellaneda, cerca de la balsa que hace los traslados a Villa Urquiza. "Yo le dije que si con la única condición de no involucrar a los Ghibaudo, ellos no sabían nada", aseguró Céparo. Por dicho acuerdo, Céparo iba a recibir $50.000 de alquiler que iba a dividirlo con los propietarios del campo.

En cuanto a lo que agregó este martes, Céparo mostró enojo con los hermanos Ghibaudo, propietarios del campo donde descendió la avioneta con los 317 kilos de marihuana: "Yo había dicho que ellos no tuvieron nada que ver porque me habían prometido ayudarme económicamente".

"Cuando ví que ellos me echaron la culpa de todo, me decidí a decir la verdad. Ellos si sabían que la avioneta traía droga, fueron los únicos que cobraron. Ellos me dijeron que recibieron $70.000 y me dejaron de lado en el acuerdo. El campo era de ellos, el tanque con el que se cargó combustible era de ellos, el tractor que se usó para la pista era de un sobrino de ellos, me parece que no era toda mi culpa", acusó Céparo.
Los Ghibaudo desmintieron a Céparo
"Lo que dijo Céparo es mentira", aseguró Omar Ghibaudo, el primero de los dos hermanos que declararon hoy ante el TOF. Tanto Omar como Raúl dijeron cosas parecidas. Negaron que haya habido una promesa de ayuda económica a Céparo a cambio de que los proteja en su declaración: "Nunca le dijimos a Céparo que lo íbamos a ayudar económicamente porque no teníamos cómo", expresó uno de los hermanos.

"No podíamos mantenernos nosotros 3 y vamos a ayudar económicamente a una familia de 9 personas", explicó el otro.

En rigor, los Ghibaudo vienen sosteniendo que su situación económica era difícil y que por eso habían aceptado el negocio de dejar aterrizar una avioneta que, según su relato, venía a fumigar la zona con productos de Monsanto.
La indagatoria de Velázquez
Marcos Velázquez está imputado como colaborador de la banda de narcotraficantes a la hora de buscar campos para realizar el aterrizaje. Reconoció haber colaborado con el ofrecimiento de dos campos, uno ubicado en Aldea Salto y el otro en Sauce de Luna. Ninguno de los campos terminó siendo utilizado, pero la indagatoria de Velázquez sirvió para mostrar que Celis era quien estaba buscando un campo para realizar el aterrizaje con la droga.

De hecho, Velázquez reconoció que si bien nunca tuvo la certeza, sospechó que se trataba de droga cuando Sergio Baldi (el contacto con los Celis) le dijo que le iba a dar un teléfono celular para todo lo que tenga que ver con ese alquiler de los campos. Baldi le había hecho el ofrecimiento a Velázquez cuando este fue a visitarlo a la cárcel el 31 de diciembre del 2016: "Me dijo que era un trabajo para Daniel Celis, pero después lo terminé hablando con Miguel Ángel Celis".

Además, reconoció que vio a Titi Celis en 3 oportunidades: una vez para solicitarle un campo, la segunda vez para ver el campo y una tercera vez que habían ido a uno de los campos para podar unas ramas que molestaban para realizar el aterrizaje.

Por uno de los campos iba a cobrar $100.000 mientras que por el otro el alquiler era de $70.000. El alquiler lo iban a repartir entre el, Sergio Baldi y el propietario del campo.

Recordó que a una de las reuniones fue Titi Celis, Gastón De la Fuente (alias el Cordobés) y el dueño del campo. Que a dicho encuentro fueron en una camioneta Ford Ranger.
Recta final del juicio
Se comenzó a transitar la etapa final del juicio. El próximo lunes están programadas las indagatorias del hijo del corazón de Celis, Renzo Bertana y del concejal Pablo Hernández. Sigue la duda respecto a si el intendente Sergio Varisco va a declarar o no en el juicio.

El martes no habrá audiencia pero si se fijaron dos jornadas más para la semana próxima. El jueves 12 y viernes 13 se buscará completar con el resto de las indagatorias y las dos testimoniales por videollamadas que aún están pendientes por cuestiones técnicas. La continuidad está programada para los días 14 y 15 de diciembre, momento en el cual comenzarían los alegatos de las partes.
Fuente: Análisis Digital

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