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Pamela Caricaberri, madre de cinco hijos - de 19, 17, 13 y 5 años y un bebé de dos meses, sufrió el incendio de la vivienda del barrio Gerardo Yoya en la que vivía desde hace tres años.

Las llamas, que según denunció fueron provocadas, se originaron alrededor de las 16:35 Hs. y solo dejaron cenizas.

Al respecto, la damnificada denunció que quienes sindicó como a los responsables del incendio "toman droga todos los días y siempre hacen lo mismo. Hay problemas desde hace rato y me amenazaron que me iban a prender fuego la casa".

En el interior de su vivienda, dijo, "tenía televisión, cocina, cama, toda la ropa, los documentos" y agregó que desea que la ayuden "con una casilla y cosas, porque no me quedó nada y al terreno no lo voy a dejar, voy a volver a vivir acá".

Luego, cargó contra "una mujer que vive a dos casas de acá y que siempre hace lo mismo con sus hermanos, los Batalla", a quienes señaló como presuntos causantes del incendio.

Mientras tanto, un empleado de la Comisión Administradora del Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG), Florencio Martínez, que se encontraba en las inmediaciones cuando se produjo el incendio, pudo ayudar en el intento de controlar las llamas, aportando agua con el camión desobstructor de la CAFESG que conduce.

El hombre indicó que "lamentablemente llegué tarde, pero se pudo impedir que se prendieran fuego otras casitas, que tenían las maderas resecas", y agregó que la damnificada "es la hija de un amigo, por lo que el dolor por lo ocurrido es más grande".

Asimismo, consideró que "lo mío fue circunstancial, yo estaba por acá e intenté ayudar, no es el primer incendio en el que me tocó estar" para aportar los 5.000 litros de agua que carga el camión.
Fuente: Diario El Sol

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