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A 13 días de la misteriosa desaparición de Fabio Cortesi, un hecho podría provocar un giro inesperado a la causa: el martes por la tarde, la fiscal Carolina Costa ordenó secuestrar el teléfono celular de Marina Torres, esposa del hombre desaparecido en Gualeguauychú.

Las sospechas son que ella sabría más de lo que ha compartido con la Justicia y la familia Cortesi, e inclusive no descartan que haya estado en contacto con el vecino de la ciudad con paradero desconocido. El celular será peritado por la División Criminalística de la Policía de Gualeguaychú, quienes investigarán mensajes de texto, WhatsApp, llamadas y todo lo necesario para corroborar la hipótesis que plantearon los familiares de Cortesi.

Los fundamentos para esta nueva línea investigativa nacieron de los propios testimonios de hermanos y familiares de Fabio, quienes tras mantener entrevistas individuales con cada uno de ellos la Fiscal llegó a la conclusión de que casi todos creen que Marina Torres tendría información que no ha compartido ni con la familia ni con la Justicia.
13 días sin novedades
Fabio Cortesi falta desde el jueves 15 de agosto a la madrugada. Según consta en la investigación, abandonó el hogar cerca de las 3.15, en compañía de su perro. Según informaron, sufriría de una alucinación persecutoria y habría sido esto el disparador par que el hombre abandonara su hogar y su familia.

Un profesional lo habría medicado para esta patología 24 horas antes de su desaparición, pero nunca comenzó el tratamiento. En videos de cámaras de seguridad se observa el paso de Cortesi, corriendo a su perro, pero tras ello no se ha obtenido ninguna información del hombre. Incluso, en la búsqueda que realizaron los perros de la Policía, el rastro de Cortesi se pierde a dos cuadras de la casa. El animal regresó solo al domicilio en San Luis e Ituzaingó.

A partir de ahí se realizaron múltiples rastrillajes, primero detrás de Cementerio Norte, y el fin de semana pasado en un sector que está entre la ruta internacional 136 y la ruta provincial 42, frente al balneario Puerta del Sol, donde uno de los perros de las fuerzas de seguridad encontró un rastro que podría pertenecer a Fabio Cortesi.

Sin embargo, ese supuesto rastro no derivó en una pista concreta sobre su paradero. Es más: en ese lugar se encontraron huellas y ropas, pero que las pericias indicaron que ni las pisadas y las prendas de vestir pertenecían al vecino desaparecido.

Los rastrillajes se trasladaron a la zona de El Potrero debido a que por su función como vacunador de Senasa, se cree que Cortesi tiene un amplio conocimiento de la zona rural y es por ello que se analizó la posibilidad de que se encuentre escondido en ese extenso radio. (Fuente: El Día)
Fuente: Diario El Día

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