Pero ahora, García Daglio está decepcionado. “El asunto es que uno se la juega por una causa, y que de repente se dé vuelta la cosa y uno vea la parte crápula del asunto, ahí a uno se le viene el mundo abajo”, confesó.
El hombre viene de soportar una denuncia en su último destino, en Río Branco.
“Lo que me pasó en Río Branco no fue a cualquiera que le sucedió, fue al más proactivo Administrador de la Aduana del Uruguay. Si el hombre (en referencia al director Enrique Canon) durante un tiempo me puso como ejemplo entre los administradores, porque mi capacidad y mi desempeño así lo ameritaban, no podría haberme dejado solo en Río Branco, tendrían que haber mandado urgente un equipo de abogados a defenderme, sin embargo me dejaron destrozar. Vi la fabulación, porque me había tornado el enemigo público número uno en Río Branco, y fue por hacer lo mismo que hice en Paysandú, pero allí (por Paysandú) me apoyaron él y (el presidente José) Mujica. Y cuando vuelvo a Río Branco me encuentro con que acá no se puede hacer, porque el poder político de acá es como en una republiqueta”.
Tres días para enderezarla
Al recordar su gestión en Paysandú, recordó que “me mandaron a una Aduana donde me dijeron que en 40 años nadie podía enderezarla y a mí me costó tres días enderezarla pero siendo más malo que el resto. Le sirvió a él, a Mujica (el presidente de entonces), pusimos el cero kilo y todo bien, porque fui el único que cumplió el cero kilo, porque todas las aduanas de los costados… el bagayo llegaba a Paysandú desde Salto y de Fray Bentos. Yo me morí de hambre por convicciones, pero maté de hambre a la gente que estaba acostumbrada a hacer algún peso, y si no lo hacían les cortaba las manos, y no como Tabaré Vázquez, le corté las manos a varios aduaneros, policías, marineros, de Paso de frontera, barrera sanitaria. Me enfrenté con todos, y le sirvió a Canon (el titular nacional de Aduanas del Uruguay)”.El dinero K
Horacio García Daglio hizo una sugerente referencia al dinero del kirchnerismo entrando por agua al Uruguay.“Ahora, en 2018 y cuando explota lo de la ruta del dinero K y todo eso, es que me puse a pensar que antes yo le había preguntado personalmente a Canon qué íbamos a hacer con puerto Camacho y todos los puertos argentinos donde llegaban barcos. Y él me dijo que no, que zapatero a tus zapatos, hay gente investigando y si nos metemos entorpecemos las investigaciones que están haciendo. Lo encontré sumamente razonable, porque yo creía en mi interlocutor, no hice nada. Pero hete aquí que en los primeros días de 2016 me voy a Corea del Sur becado y estando allá decidieron sacarme de Dolores, donde estaba haciendo un trabajo excelente, a una Aduana que no precisaba alguien como yo, precisaban un muñeco. Entonces hoy en 2018 pienso que me sacaron de allá donde había empezado a molestar, a un lugar donde me podían matar. Entonces todo lo que uno pueda hacer es poco, porque podría ser mucho más que hacer una denuncia pública, que la hago porque no tengo condiciones para hacerla de otra manera”.
“Me hace sentir vergüenza”
Consultado sobre las versiones de corrupción en los funcionarios aduaneros y otros, García Daglio dijo que “lo voy a decir de esta manera: la situación en la que está la Aduana en este momento me hace sentir vergüenza de lo que he hecho en otras aduanas trabajando totalmente ajustado al reglamento y las leyes. Lastimé a un montón de gente, y en las mismas condiciones que actué contra esa gente porque era lo correcto, porque era lo que me dictaban las normas, hoy están un millón de personas en la misma situación, y no se puede hacer nada. Entonces me pregunto por qué me hice odiar en los lugares donde estuve, ajustado totalmente al reglamento y haciendo cumplir la ley estrictamente para que ahora los aduaneros tengan la prohibición de actuar”.Recordó que “yo apreté 50 autos (argentinos en infracción aduanera) en Paysandú, y otro tanto en Dolores, y esos autos ahora no se pueden tocar, y la ley no cambió, sino que fue la voluntad política”. Agregó que “en cuanto al contrabando, un fin de semana acá en el Chuy pasan 1.500 autos, todos con un bagayo de 10.000 o 15.000 pesos. Y entonces cuál era el verso que nos decía Canon hace años atrás, esa es la cuestión”.
“Prácticamente no se revisa”
Sobre la posible corrupción de funcionarios que dejen ingresar contrabando, dijo que “ni siquiera eso se precisa, las aduanas ya no tienen condiciones de controlar. Desapareció aquello de ver quien estaba de guardia para arreglar algo, si ahora prácticamente no se revisa. Nosotros hicimos 9.000 procedimientos en un año allí, y hasta ahora desde que salí de Paysandú, en todo el país no se han hecho 9.000 procedimientos. Es que ni siquiera hay gente, la semana pasada estuvo acá el equipo especial formado por inteligencia de la Aduana. Hicieron una investigación de siete meses con escuchas telefónicas hasta que hicieron semejante procedimiento acá. Y agarraron cinco mil pesos de bagayo, se llevaron tres aduaneros presos con un escándalo público. ¿Porqué no van a los lugares donde largan camiones, que ellos saben donde están en la frontera? Están para la fácil, para que Canon se pueda lucir con la estadística y que le arrancó la cabeza a un aduanero. Y ¿a qué aduanero pueden agarrar en este momento? A los que no tienen para terminar el mes con el sueldo, porque tienen hijos estudiando en Montevideo y no les da para pagar el alojamiento y mandarles un surtido, y que de repente apretados podrán agarrar algún peso. Pero en otros lados hay gente millonaria, hay aduanas que un Horacio García nunca va a pisar porque no le sirve un tipo como yo, u otros que hay”.“Todos defendían el bagashopping”
Sobre el caso de la situación del contrabando en Salto, dijo que “quien se está quejando ahora, nunca se había quejado. Y lo que les pasa se lo merecen, porque la gente piensa a la cortita y no se da cuenta que ese es un daño que a la larga los va a perjudicar. Y todos defendían el bagashopping y ahora que el pueblo está mal se quejan”, recordando que “en 2012 y 2013 Paysandú resucitó cuando fuimos. El 12 de diciembre de 2012, cuando llegué, me puse en el Chajá y miré hacia el puerto, no había nadie a las nueve de la noche, estaba todo el mundo en Colón dejando la plata de los sueldos del Uruguay enriqueciendo un país ajeno, buscando la chiquita, la fácil, de abaratar tres cosas. Y en un año, con el cero kilo, Paysandú resucitó. Son políticas a largo plazo, y acá (en el Chuy) se está fundiendo al país, los que se están enriqueciendo y lo veo constantemente, son los árabes del otro lado”.Consultado si aún está con licencia médica, dijo que “no, ahora estoy suspendido por haber hablado con la prensa hace dos años, cuando salí a defender mi honor. Y ahora doblo la apuesta, que me destituyan, lo que no tengo ninguna duda, por lo que me jubilaré. Pero no me iba a ir con las ganas de decir las cosas que pasan”.
