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La protesta en Quito Crédito: Luis Herrera
La protesta en Quito Crédito: Luis Herrera
La protesta en Quito Crédito: Luis Herrera
María Sol Fransoi es una antropóloga (egresada de la UNR) concordiense que está estudiando un posgrado en la facultad latinoamericana de ciencias sociales. Vive en Quito junto con su compañero, Fernando Fontenla, ingeniero egresado de la UNR, que está haciendo una maestría en la misma facultad ecuatoriana.

Ecuador está viviendo una crisis social y política que llevó al estallido del país con protestas y represiones en el centro de la capital. Tal es el conflicto que su presidente decidió trasladar la sede gubernamental desde Quito hasta Guayaquil, la segunda ciudad del país.

La antropóloga entrerriana vive en primera persona los momentos de tensión y está día a día en el centro de la capital, lugar que se convirtió en centro de encuentro de la comunidad. Desde allí, contó a El Entre Ríos cómo vive los días en medio de los enfrentamientos: “Cuando asumió Lenín Moreno hubo un giro hacia el Neoliberalismo. Uno de los cambios más importantes que vemos en comparación con el gobierno anterior es que se contrae deuda con el FMI desde el año pasado, algo que Correa había intentado evitar contrayendo deuda en China, que tienen otro tipo de modalidad” y explicó: “El Fondo tiene requisitos que los argentinos ya conocemos, uno de ellos era que para mediados de 2019 tenía que haber reducido el déficit fiscal en una suma de millones de dólares, ahora nos enteramos que el Ecuador no cumplió con esta medida y entonces el gobierno anunció un ‘paquetazo’ que afecta duramente el bolsillo de las clases trabajadoras y de los sectores populares”.

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Sol Fransoi Agrandar imagen
Sol Fransoi
Según comentó Fransoi, entre las medidas económicas que fueron anunciadas se encuentran reforma laboral, reforma tributaria, reforma monetaria (que todavía no saben de qué se trata) y lo que más impactó y generó más repercusión fue la sanción de un decreto a partir del que se retiran los subsidios a los derivados de los hidrocarburos, por lo que se libera el precio de la gasolina y todos los precios de los bienes de la canasta básica aumentan. “Esto es un poco más brutal si tenemos en cuenta que vivimos en una economía dolarizada, y además los sectores populares se van a ver perjudicados por el aumento del costo de los pasajes del transporte público y reformas laborales que son regresivas”, comentó la entrerriana.

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Las agrupaciones, en día de protesta. Crédito: Revista Crisis. Agrandar imagen
Las agrupaciones, en día de protesta. Crédito: Revista Crisis.
Luego de los anuncios se generó un descontento en distintos puntos del país. El primer gremio que se levantó y se declaró en paro fue el de transportistas, aunque ya levantaron la medida porque hicieron un acuerdo con el gobierno “no sabemos de qué se trata”, asegura Fransoi.
“Aunque levantaron la medida, el paro que declararon los transportistas generó una marea de adhesiones que terminaron en un gran paro nacional, que empezó la semana pasada y continúa hasta hoy. Desde ahí todos los días hubo movilizaciones en las calles”, comentó la antropóloga concordiense y describió: “En Quito se dan en el centro histórico porque ahí se encuentra la plaza mayor en donde está la gobernación. La gente quiere movilizarse allí pero hay un cerco policial muy grande que está operando de una manera brutal. En otras situaciones el Ecuador ha podido sacar presidentes que toman medidas antipopulares, el último caso fue el de Lucio Gutiérrez, un poco antes, en el 2000 pasó con Jamil Mahuad que fue quien dolarizó la economía, pero nos cuentan que nunca han vivido una situación con este nivel de represión, entonces hay un cambio también en la respuesta del gobierno hacia las movilizaciones de los sectores populares”.

Sobre quienes se movilizan, Sol contó: “Estamos muy sorprendidos de la fuerza que tienen los movimientos indígenas, quienes desde las comunidades más remotas hasta aquellas que se encuentran metidas en la selva todos se unieron en una medida que fue la de levantarse contra el paquetazo pero de manera articulada a través de CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) que es la más grande organización que aglutina a las diferentes pueblos indígenas. Al segundo día del paro declararon que todos los pueblos indígenas harían una marcha capital como es una tradición política que tienen porque llegan a la ciudad y logran revertir medidas y cuando ya son demasiado antipopulares logran destituir a los gobiernos”. Luego de la declaración de CONAIE los habitantes de Quito y otras ciudades se prepararon para recibir a los pueblos indígenas y se hicieron centros de acopio para tener ropa, alimentos, insumos para cuidar la salud y todo lo que sirviera para afrontar momentos de protesta y represión.

En algunas ciudades se tomaron sedes de gobierno. Cuando Lenín Moreno declaró el estado de excepción, desde la CONAIE declararon en estado de excepción también a sus pueblos y comunicaron que todos los uniformados que transitaran por allí iban a ser retenidos y se les iba a aplicar la justicia indígena” explicó y agregó: “Esto está sucediendo, hay unos 60 uniformados retenidos en pueblos indígenas pero reciben un trato muy cordial, no se trata solamente de aplicar justicia pero es una respuesta que dan frente a las medidas antipopulares que tomó el gobierno”.

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Los pueblos indígenas se trasladaron hasta la capital. Crédito: Carchi Fraleijón. Agrandar imagen
Los pueblos indígenas se trasladaron hasta la capital. Crédito: Carchi Fraleijón.
Mientras los indígenas atravesaban el país para llegar a Quito sufrieron represiones, pero después de varios días lograron llegar a la capital. “Acá los recibieron con mucha alegría. Hay un clima muy raro porque por un lado estábamos viviendo una represión brutal. enterándonos de cosas que no podemos creer por el nivel de censura y la cantidad de gente que hay detenida por expresarse; y por otro lado llegan delegaciones de indígenas, en algunos casos bailando, y se los recibe con alimentos, abrazos, les dan saludos de agradecimiento por sumarse al paro nacional y a esta unidad popular”, indicó la antropóloga.
Sobre la represión
Pasan los días, sigue el conflicto y aún con la sede central del gobierno trasladada, Quito vive días de tensión.

“La represión se va haciendo cada día más violenta. Realmente hay un clima de guerra, yo nunca viví algo similar”, dijo la concordiense y describió: “El gobierno llenó la ciudad de militares, hay muchos tanques de guerra circulando por Quito. Hay un uso desproporcionado de la fuerza represiva, todo el tiempo están lanzando bombas lacrimógenas direccionadas hacia las concentraciones que hay y a los distintos puntos o focos de protesta. También golpean a la gente e incluso en las últimas protestas dispararon con perdigones”.

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En medio de las protestas, las fuerzas reprimen a los manifestantes. Crédito: Signos Comunicación Agrandar imagen
En medio de las protestas, las fuerzas reprimen a los manifestantes. Crédito: Signos Comunicación
“Nos tocó vivir una situación muy tensa con las fuerzas represivas. Las delegaciones indígenas que llegaron a la ciudad se cocentraban en la plaza y allí nos habíamos montado todos los colectivos que nos sumamos a la CONAIE para apoyar la llegada de los indígenas a la ciudad y al paro nacional. Teníamos todos los elementos, hasta el mediodía todo estaba tranquilo, se estaba armando todo para ir con la gran movilización que se estaba convocando, pero llegaron las fuerzas y comenzaron a reprimir, tiraron bombas lacrimógenas, la gente estaba muy ahogada y disparaban perdigones a la altura de la cabeza de quienes estábamos allí. Estamos en un nivel de violencia muy álgido”, expresó. Según contó, la gente pudo frenar la represión, aunque todo fue caos y debieron trasladar el campamento desde la plaza a las universidades Católica, Central y Salesiana, que tomaron postura en los últimos días y expresaron su apoyo a los pueblos indígenas.
El conflicto continúa y la represión a las protestas es rechazada en distintos sectores a nivel internacional. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó este jueves su preocupación "por la escalada de violencia" en las protestas contra el 'paquetazo' de Lenín Moreno en Ecuador y solicitó al gobierno "garantizar el derecho a la protesta pacífica, incluyendo la protección a la integridad física de sus participantes", e instó a investigar los actos de violencia cometidos por diferentes actores, principalmente los ocasionados "por uso excesivo de la fuerza".
Fuente: El Entre Ríos

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