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Hernán Trinadori, un joven oriundo de La Paz, es cocinero profesional y vive en la ciudad brasilera de Manaos hace 10 años. En diálogo con el programa En Voz Alta, de Radio UNER Paraná, contó cómo se vive de cerca el incendio que afecta a toda la Selva Amazónica.

Para ubicar geográficamente la ciudad, “Manaos es el corazón de Amazonas, es la capital. Queda en la región norte del Brasil. Estoy más cerca de Venezuela que de Argentina”, aclaró Hernán.
Para entender el clima en el que se desarrollan estos incendios, Hernán cuenta que “Amazonas tiene dos temporadas: la temporada seca que es la que estamos ahora: agosto, septiembre, octubre y noviembre y después la temporada lluviosa que llueve aproximadamente durante seis meses al año que es desde diciembre a mayo o junio. No se tiene las estaciones como se tiene en la parte sur de Sudamérica. Entonces acá tenés calor y calor con lluvia, no hay otra temporada”.
“El irresponsable del ser humano inicia las quemadas”
“En la época de calor es cuando el productor agropecuario, el ser humano, el irresponsable del ser humano inicia las quemadas para limpiar los terrenos para la plantación, para mantener el área desforestada. Eso produce el descontrol que se llama temporada seca que se identifica como la temporada de los incendios en la selva amazónica”, detalló con enojo Hernán.

¿Entonces el causante de la quema son los agricultores?
—Exactamente. El principal motivo de los focos de incendio que se tiene en Amazonas es el ser humano, el agricultor, para mantener sus terrenos limpios y ganar más espacio dentro de las reservas forestales.
Un incendio que crece año a año
Recordando que hace 10 años vive en Manaos, Hernán aseguro que los incendios forestales han crecido con el paso del tiempo: “Con el calor y el poder que están teniendo los productores con el acercamiento al presidente Bolsonaro, deben haber crecido con absoluta certeza en todo lo que es el resto de amazonia”.

“Brasil tiene un problema. La lengua de Jair Bolsonaro habla mucho más rápido que su cerebro. Es una guerra que se tiene y se va a seguir teniendo. Él se enfrenta contra todo aquel que piense diferente”, afirmó respecto a los enfrentamientos entre ambientalistas y el presidente de Brasil.

¿Los Estados provinciales cercanos al fuego toman medidas para combatirlo?
—Se toman medidas paliativas pero no tenés como controlar quién va o no va a prender fuego. Se corre atrás de la pérdida, en vez de intentar no tener ese fuego. Aquí se tiene un proyecto muy interesante, a través de la Fundación Amazona Sustentable, en el cual durante todo el año están teniendo contacto con la población indígena, con los ribereños, para mantener la selva viva. Les dan subsidios en dinero, se les enseña cómo cultivar sin estar desforestando.

¿Se llegan a ver las columnas de humo o las llamas desde Manaos?
—Yo estoy en una ciudad de aprox. dos millones y medio de habitantes y las quemadas son en el área rural. “Área rural” acá sería prácticamente, como en Paraná sería Crespo o Aldea Brasilera. Quien está en el centro de Paraná no va a llegar a ver un incendio de proporciones ni columnas de humo que ocurran en lugares como Crespo. Manaos es muy grande y no se tiene percepción de eso. Si se siente el olor a la quemada cuando sopla algún viento.

Respecto al tiempo que llevaría terminar con este incendio, Hernán concluyó que “sólo la naturaleza sabe cómo y cuándo se va a apagar ese incendio. Amazonas tiene 5400 kilómetros de área fronteriza forestal. Son 5400 kilómetros lineales de fuego”.
Fuente: elentrerios.com

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