Los profesores se preguntan, además, qué papel le toca a los organismos gubernamentales en estos eventos y destacan que, a su parecer, estas fiestas fomentan la desigualdad y la competencia entre las escuelas.
El comunicado:
Los integrantes de la Comunidad Educativa de la Escuela Normal de la ciudad de Concordia, denuncian y hacen público el trato por parte de los miembros de ECU en las elecciones de reyes y reinas a los estudiantes de nuestra ciudad y la falta de regulación de los organismos municipales en la realización de dichas fiestas.
Los integrantes de ECU son responsables de las exigencias a las que someten a los estudiantes en las elecciones de reinas y reyes, elección que puede ser cuestionada desde el lugar que se le da a la belleza como parámetro de éxito entre los jóvenes pero que no obstante eso, se exige la organización de una fiesta que lejos está de la realidad social y económica de nuestra ciudad.
Entre algunas de las condiciones que son necesarias para no incurrir en la "quita de puntos" se destacan la realización de un guión y la justificación de su elección, el montaje de estructuras enormes que serán utilizadas solo para esa noche y luego serán desechadas, cantidades enormes de cartones, pinturas, globos, cintas, papel y demás que hacen ascender el costo de la organización a valores que los estudiantes no pueden afrontar o que no se justifica, menúes para el jurado que debe coincidir con el tema de la fiesta si se pudiera, platos decorados, manteles y servilletas con determinadas características, vestimenta de los estudiantes que poco tienen que ver con las condiciones climáticas en los meses que se llevan a cabo las fiestas, sesión de fotos con cambios de ropa, impresión de entradas, carteles, entre otros. ¿Es demanda municipal o provincial, que las elecciones de reyes tengan tantas normas a cumplir por cada escuela a través de sus estudiantes? normas que se solicita hacia los estudiantes organizadores de la elección como por ejemplo que los baños funcionen, y que el propio Estado no garantiza.
Hoy todos nuestros gurises están en la escuela secundaria, así debe ser. Diferentes realidades conviven en una escuela secundaria que intenta formar ciudadanos comprometidos con la sociedad, con el medio ambiente y con la ciudad. Prácticas como ésta, tan poco democráticas y con un carácter exclusivamente competitivo hacen mella en nuestros jóvenes, promoviendo las diferencias e instalando la frustración y la rivalidad entre aquellos que tienen padres que puedan colaborar y aquellos que no, entre aquellos que tienen tiempo extra y aquellos que deben trabajar o cuidar a sus hermanos, entre aquellos que pueden y aquellos que no.
Una fiesta que debería ser motivo de encuentro, compañerismo y disfrute termina siendo una competencia feroz llena de peleas, frustraciones y tensiones, ya que todo hecho fuera de lo planeado es juzgado por parte de los estudiantes que pertenecen a ECU con una rigidez extrema y abuso de poder entre pares.
Es frecuente escuchar hablar a diferentes actores sociales con llegada a los medios de comunicación tanto nacionales, provinciales y especialmente locales del NEOLIBERALISMO, como aquella ideología que exacerbó el Capitalismo salvaje , pero lo hacen como algo que pasó y quedó atrás, que fue en" los '90". Este tipo de competencia feroz muestra con mucha claridad que lejos de haber quedado atrás, este sistema está en la cultura de una sociedad empobrecida, donde el éxito y el fracaso depende de las posibilidades de nuestros estudiantes.
En tiempos donde la necesidad de fortalecer una sociedad y una ciudad de Concordia, tan castigada, poner a los estudiantes secundarios a trabajar días y días y a gastar el dinero que muchas familias no tienen en montar una fiesta que sólo acentúa las diferencias, es energía que podría ser invertida en actividades solidarias, comunitarias, educativas que fortalezcan una sociedad más unida y menos competitiva.
Como educadores no podemos mirar para el costado, como que eso nada tiene que ver con lo que enseñamos o el rol de la escuela, muy por el contrario los estudiantes necesitan construir herramientas para transformar su entorno y no estarían siendo éstas las herramientas necesarias para cambiar una sociedad: injusta, empobrecida, poco tolerante, competitiva y exitista como la nuestra.
