Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
La hipótesis que vinculó el cinematográfico asalto al aeroclub de la ciudad de Victoria a una maniobra de una banda narco se confirma cada vez más. No solo porque varios de los partícipes del robo de la avioneta Cessna 182 eran pesados del tráfico de drogas entre Paraguay y Argentina (Rosario y Buenos Aires), sino también por el hecho ocurrido el jueves en la ciudad de Posadas (Misiones), donde cayó uno de los cuatro que aún permanecían prófugos.

Personal de la Aduana, en el cruce fronterizo a Encarnación, revisaron una camioneta VW Amarok y encontraron seis kilos de cocaína. Era el vehículo propiedad de Darío Concepción Roas, uno de los sujetos con pedido de captura por el atraco de fines de febrero en la Ciudad de las siete colinas. Unas horas después lo detuvieron en un domicilio del centro de la capital misionera.

Según la investigación, Roas, de 34 años, actuó junto a Héctor Darío De Lima, Mario Crocco, Valentín Ramírez, Daniel Sánchez y Bernardino González para llevar adelante el asalto el 21 de febrero, con la colaboración de Gabriel Quiróz, un reconocido instructor de paracaidismo de Rosario. Cuatro de los nombrados se presentaron como clientes en el aeroclub de Victoria, pero enseguida desenfundaron armas y robaron la avioneta.

Escaparon por aire con la intención de llegar a Paraguay, donde la aeronave iba a ser reacondicionada para el transporte de estupefacientes. Roas era quien hizo la contratación de la avioneta para una falsa despedida de solteros, y tras el robo seguía el vuelo en su vehículo por tierra. Pero el Cessna 182 se precipitó y cayó en medio de los Esteros del Iberá, provincia de Corrientes. Milagrosamente, entre ataques de yacarés y otras alimañas, salieron con vida. Sospechosamente, lograron seguir viaje hacia el norte tras ser atendidos en el hospital de la localidad de Carlos Pellegrini. Dicen que se hicieron pasar por turistas que estaban perdidos, tanto en el nosocomio como en la comisaría local, donde quedaron asentados sus nombres. Crocco había sido arrestado poco tiempo después del robo. Quiroz apareció sin vida a fines de junio en su casa. Roas huyó en su vehículo con destino incierto. Los otros cuatro se escaparon en la avioneta que cayó y al menos dos de ellos se refugiaron en Misiones, con pedido de captura nacional e internacional.

En la investigación de la Policía entrerriana se logró detener al paraguayo De Lima en Posadas hace tres semanas con el ardid de una cita a ciegas. Lo ubicaron en Facebook e iniciaron una conversación en la que se hicieron pasar por una mujer. En el falso encuentro en un motel policías misioneros lo arrestaron. Muy cerca estaba también Roas. El hombre domiciliado en el partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires, y que tiene doble nacionalidad argentina-paraguaya, se manejaba en una camioneta VW Amarok blanca que está a su nombre. El personal de la Aduana Argentina apostado en el puente internacional San Roque González de Santa cruz, que comunica Posadas con Encarnación, detectó su paso el viernes a la mañana.

A la ida la camioneta cruzó hacia Paraguay como uno más de los tantos vehículos que pasan a diario, y a la vuelta advirtieron el ingreso al país con la carga narco. Los efectivos de la Aduana pasaron el escáner a la Amarok y hallaron varios ladrillos de cocaína en su interior. Pero el conductor no era Roas, sino otro hombre: Diego Ibarra, de 41 años, quien tenía una tarjeta azul que le permitía conducirla. Este procedimiento fue realizado a las 11.30 del jueves en la cabecera argentina del viaducto. La carga estaba apenas oculta detrás de los asientos traseros y arrojó un peso total de seis kilos y 600 gramos. El Juzgado Federal de Posadas, a cargo de María Verónica Skanata, dispuso la detención de Ibarra, un comerciante de Posadas que tiene un local en pleno centro de esa capital provincial. A su vez, la jueza ordenó el allanamiento a la vivienda del sospechoso. Unas horas después, requisaron el domicilio y encontraron a Roas durmiendo en una habitación.

El contexto del secuestro de la droga en dicho paso fronterizo fue muy particular, ya que el martes fueron detenidos cuatro agentes de la Aduana en un procedimiento de la Policía Federal bajo sospechas de cobrar coimas a "paseros" para dejarlos ingresar al país mercadería de todo tipo y valor sin aval aduanero. Esto llegó a intensificar los controles, y en uno de estos cayó Ibarra y luego Roas. Pero este hombre no quedó detenido por el cargamento narco, ya que en la casa no había ninguna prueba que lo vinculara, y además podría argumentar que prestó su camioneta sin saber con qué finalidad iba a ser utilizada. Sin embargo, quedó detenido por el pedido de captura de la Fiscalía de Victoria por el robo de la avioneta. De todos modos, todo hace sospechar que Ibarra trabajaba junto a Roas, teniendo en cuenta los antecedentes y los indicios que lo señalan como un proveedor de droga de distintas bandas. No solo por el atraco en Victoria, sino por una condena que recibió en 2008 por el Tribunal Oral Federal N° 2 de Rosario. Hace una década lo detuvieron a bordo de un Ford Falcon naranja con casi 50 kilos de marihuana ocultos debajo de los tapizados de los asientos. Por esto, recibió cinco años y medio de prisión.

¿Cuál será su destino?

Roas será trasladado el martes desde Posadas hacia Victoria, donde será imputado por el fiscal Eduardo Guaita por el delito de Robo calificado, y luego seguramente quedará detenido en una Unidad Penal entrerriana, al igual que lo están De Lima y Crocco. Mientras, los investigadores siguen buscando el rastro de Ramírez, Sánchez y González.
Fuente: Diario Uno Entre Ríos

Enviá tu comentario