El músico había sido acusado de amenazar de muerte a una mujer en la calle y se escapó pese a que tenía una orden de detención en su contra. En medio de la fuga, las autoridades informaron que atropelló a un agente de la policía con su camioneta.
Todo comenzó este lunes en la localidad balnearia de Lucila del Mar, entre las calles Moreno e Islas Malvinas, cuando el acusado habría amenazado de muerte a una mujer en la vía pública. En ese momento, una patrulla llegó al lugar y el cantante se escapó con su camioneta Volkswagen Amarok color negra por la ruta 11 hacia Aguas Verdes.
En el acceso de la ciudad, los agentes lograron interceptar a Alí, que detuvo la marcha del auto. Antes de ser arrestado, el músico de cumbia mantuvo un forcejeo con un efectivo ya que tenía un arma de fuego. El policía le abrió la puerta delantera de la camioneta, pero el cantante aceleró y lo arrastró unos 10 metros y luego siguió con la fuga. El teniente sufrió heridas en las piernas y fue trasladado al Hospital de Mar de Ajó.
La Policía bonaerense desplegó un operativo cerrojo en la ruta 11. Los efectivos persiguieron al cantante durante varios kilómetros y realizaron "disparos a los neumáticos" para poner fin a la fuga. El popular cantante de cumbia perdió el control de la Amarok y fue detenido a la altura de San Clemente del Tuyú. Ahora deberá afrontar en la Justicia varios cargos por las amenazas contra una mujer y por resistencia a la autoridad.
En marzo de este año su mamá y papá pidieron ayuda para Roberto
Su mamá revelo el problema con las adicciones que tiene su hijo, cuenta que en el 2013 lo internaron para alejarlo de la droga e implora que le den una mano.
"¿Qué cuerno están haciendo con la vida de mi hijo? Es un ser humano, es una persona, un muchacho lleno de amor, de sentimientos. Es un pibe que ayudó a mucha gente", comienza María. Y sigue: "Se están burlando de mi hijo, hacen plata con mi hijo, no es un pibe de televisión, están haciendo plata a costa de mi hijo, déjenlo en paz, no lo lastimen, se burlan de él como de todos los pibes que consumen, es mi hijo".
De a ratos con furia y por momentos con lágrimas en los ojos, María no para. Y conmueve. "No es un negocio, le di la vida, no es artista de nadie, es un pibe que canta para su gente, me lo están matando, estoy harta de ver lo que hacen con mi hijo".
En los más de nueve minutos que dura el monólogo de María, nunca especifíca a quién le habla. Pero Claudio, el padre de Tito, parece despejar las dudas: "Mi hijo tiene un contrato que lo obliga a subirse a los escenarios. Y si bien yo no hablo mucho con él, no quiero ver a mi hijo muerto. Él está muy en su mundo, está mal. Necesitamos ayuda, un abogado debería ver si se puede anular ese contrato y que lo obliguen a tener una rehabilitación, es muy triste verlo así".
La familia de Tito sabe que la mejor opción es para su hijo es una nueva internación. Y por eso quieren meterse en la elección del lugar. "La anterior fue un desastre, no lo cuidaron. Fueron a buscarlo con la Policía y cuando nosotros quisimos acercanos, no nos dejaron participar", contó Claudio. Y agregó: "Lo llevaron engañado, estuvo como cinco o seis meses y si bien salió mejor, a la primera recaída, chau... Lo único que quiero es que mi hijo sea el de antes". (6 de marzo de 2019 Diario Clarín)
