Mercedes Sosa es quizás una de las personas más inspiradoras de nuestra cultura e identidad. Su voz es la memoria de un pueblo, de América Latina entera. Hoy, 4 de octubre, se cumplen diez años desde que la Negra se fue prematuramente de este mundo a sus 74 años, desde la ciudad de Buenos Aires que tanto amó e hizo propia. Miles de personas dentro y fuera del Congreso de la Nación la despedían en el 2009. Mercedes murió en el Sanatorio de La Trinidad, dejando una sensación de orfandad en el folklore argentino. Ella se animó a lo que pocos pensaban posible: atravesar rasgos generacionales, géneros, estilos y gustos que cambiarían la historia de la música en el país.
Su nacimiento en San Miguel de Tucumán fue casualmente en una fecha patria, el 9 de julio de 1935, curiosamente muy pocos días después del accidente de Medellín en el que murió Carlos Gardel.
Se sumó al movimiento del Nuevo Cancionero en Mendoza, con Matus, Armando Tejada Gómez y Tito Francia, entre otros, como la gran voz cantante. Grabó su primer disco, Canciones con fundamento, en 1965; ese mismo año, subió por primera vez al escenario de Cosquín gracias al impulso de Jorge Cafrune. Mercedes cantó en contra de la opresión una y otra vez. Fue ella quien acogió a Charly García como si fuera su segundo hijo. Compartió espacio con tangueros, baladistas y rockeros, disolviendo grietas entre los géneros. Llenó estadios, movió multitudes pero también tocó en salas de teatro pequeñas y locales. El mundo la reconoció no solo como artista sino por su eterna lucha a favor de las voces acalladas. Fue aclamada internacionalmente pero también padeció en su vida: desde muertes cercanas hasta las consecuencias de su militancia. A Mercedes Sosa le tocó vivir un exilio en tiempos de dictadura, producto de amenazas de muerte en más de una ocasión. Incluso fue detenida en un recital de La Plata en 1978. Volvió a Argentina en 1982, con una inolvidable serie de conciertos en el Teatro Ópera haciendo de la música popular un acto cultural contra la dictadura. Incorporó a su repertorio nuevas canciones y las compartió con sus creadores. León Gieco y Charly García, además de Rodolfo Mederos, Ariel Ramírez, Raúl Barboza y Antonio Tarragó Ros, fueron los invitados a esa serie de recitales que quedó documentado en un disco doble post guerra de Malvinas a manera de desahogo
Su música siguió sonando en todos los rincones de las venas abiertas de América Latina. El amor por la Negra no conoce de tiempos y fronteras. Seguirá latente en la memoria a través de sus canciones.
