En este sentido, piden modificar el distanciamiento de seguridad a un metro (3 pies entre los estudiantes dentro del aula); pasar a un sistema de burbuja por grado, no al interior del mismo; y que el dictado de clases presenciales no esté sujeto al semáforo epidemiológico.
Para la agrupación, “la situación educativa es crítica en todo el país y en nuestra provincia no es la excepción. Con un invisibilizado y alto número de desvinculación a la escuela, 60% de pobreza infantil, 11% de niños con inseguridad alimentaria, 60% con dificultades para conectarse en períodos de bimodalidad, el retorno a las aulas se vuelve una prioridad”.