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Hoy se presentaron a ampliar la declaración testimonial en el marco de la investigación por el crimen de Ángeles Rawson , Dominga Torres, empleada de la familia de la víctima , y María Elena Leuzzi, titular de la Asociación de Víctimas de Violación (Avivi).

Según aseguró esta tarde el abogado Marcelo Biondi, defensor del portero Jorge Mangeri, la mucama, Dominga Torres, "acomodó su testimonio" sobre los movimientos que realizó en el departamento de Ángeles Rawson en la mañana que la menor desapareció.

La defensa había pedido la declaración de la empleada doméstica luego de haber públicas sus dudas sobre un testimonio poco veraz y aludiendo a que la mujer no estuvo en la vivienda a la hora en la que la menor debía haber llegado.

Pero en su testimonio ante el juez Javier Ríos, Dominga Torres confirmo que llego a su trabajo a las 8.45 y permaneció allí hasta las 12.45, plazo en el cual Ángeles nunca ingreso a la vivienda.

Dijo que se dedicó a hacer las tareas de limpieza en el departamento y que a último momento abrió la puerta del cuarto de los varones (porque estaba cerrada), y encendió la luz, momento en que vio durmiendo a Axel, el hermanastro de Ángeles que a esa hora debía haber estado en el colegio.

Al término de la declaración, el abogado Biondi le dijo a la prensa que la mujer había "acomodado" su declaración, frente a las dudas que tenía la defensa.

LEUZZI ¿AMENAZADA?

En tanto, la titular de Avivi denunció hoy que está amenazada y, en declaraciones a la prensa en la puerta de Tribunales, aseguró que trajo en su cartera las denuncias para aportárselas al juez.

"Si esto sirve para aclarar qué es lo que pasó con Ángeles, estoy dispuesta a brindarle al juez todo lo que me pregunte", señaló la mujer, según consignó Télam.

Además, afirmó a la prensa que cree que la convocaron a declarar para que explique el episodio del hallazgo de un juego de llaves que, supuestamente, le dijeron que pertenecía a Angeles.

"Vi las llaves en la mesa que estaba en la entrada. Cuando veo que empezó a entrar gran cantidad de gente, las corrí, no vi dónde colgarlas y entonces le dije al hermano Axel `querido por qué no guardás estas llaves que se van a perder con tanta gente, pensado que podían ser las llaves de la entrada principal, a lo cual el nene las miró y me dijo `son las de Angeles", explicó.
Fuente: Télam y La Nación

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