En las últimas horas del jueves, cuando quedaban en circulación solo dos micros realizando el último tramo de sus recorridos por distintos puntos de la ciudad, fueron apedreados y sufrieron la rotura de vidrios.
Jorge Delcausse, el titular de la empresa Buses Gualeguaychú, opinó que “esto no es casual”. En 9 de Julio y Montana fue apedreado el micro de la línea 4 a las 23.20, mientras que el colectivo de la línea 1 sufrió la rotura de la luneta a las 23.45 cuando transitaba por España y Güemes.
“Uno de los choferes dijo que un auto lo seguía de atrás y después salió para otra calle. No está identificado el auto, pero están las cámaras en España y Güemes que fue donde se produjo el atentado”, comentó el empresario.
Afortunadamente, a esa hora de la noche prácticamente es nula la cantidad de pasajeros y por ello no se lamentaron lesionados. En uno de los colectivos viajaba solo una persona, mientras que el otro iba completamente vacío. “Estamos convencidos que fue un atentado, porque fue casi a la misma hora y en dos líneas diferentes”, mencionó luego.
Delcausse aseguró que la empresa no tiene inconvenientes contra terceros que puedan tomar represalias por alguna cuestión, pero a su entender lo que ocurrió es muy diferente a lo ocurrido en otras ocasiones. “Muchas veces nos ha pasado que son chicos con gomeras, pero esta vez es distinto, es otro contexto, tras que estamos pasando una situación económica te pasa esto y a esa hora no creo que sean chicos”, agregó.
“Siempre había un auto atrás. Incluso uno apagó las luces y se metió por 9 de Julio y Montana. No podemos acusar a nadie por el momento. Vamos a esperar lo que se ve en las cámaras para esclarecer qué es lo que pasó”, finalizó diciendo el transportista.
