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Según los datos de Socorristas en Red, una organización de mujeres que se extiende en todo el país. Si bien los números no son excluyentes, al tratarse de una práctica clandestina de la que no se tiene un registro total, permiten evidenciar algo concreto: que el aborto forma parte de la realidad.

En la capital entrerriana, esta organización brinda información y acompaña, a través de la línea telefónica Dora te Escucha, a mujeres que deciden abortar con Misoprostol, un fármaco recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Además, buscan registrar información que posibilite conocer la situación de las mujeres que se contactan con ellas.
No se trata solo de números
Hay registros escritos, relatos y experiencias. De acuerdo con las estadísticas, la línea Dora te Escucha brindó información a 211 mujeres en Paraná durante el año pasado. De ellas, 206 decidieron abortar. Entre quienes realizaron las consultas el 51,6% ya tenía hijo/as y el 64,7% creía en alguna religión al momento de la consulta.

Cabe aclarar que estos abortos se produjeron sin riesgos por el trabajo de esta organización feminista; pero estos datos no incluyen los abortos clandestinos realizados por fuera de esta organización y que no han tenido un resultado satisfactorio en el sistema de salud público o privado.

Los números, señalaron desde la organización, permiten desmitificar algunas ideas sobre el aborto y acercarse a la realidad de las mujeres detrás de las cifras. Además, las metodologías de los abortos clandestinos ponen en evidencia el riesgo que implica para las mujeres de bajos recursos.
Relatos y experiencias
Tampones de lavandina; sal inglesa; tallos de apio o de perejil en la vagina; Bayaspirina en forma de óvulos; golpes en la panza; cajas de anticonceptivos tomadas de una sola vez; consumo de jugo de limón como único alimento durante tres días; tés de ruda, de ajenjo, de palo santo, de orégano, de Paraíso, de Madreselva, son algunos de los métodos caseros con los que mujeres de Paraná intentaron realizar un aborto.

La lista pertenece a María Ale, integrante de Socorristas en Red y una de las entrerrianas que expondrá en el Congreso de la Nación sobre el proyecto de despenalización del aborto. Nombrará todos aquellos casos que vienen a representar lo que ocurre cuando hay falta de información sobre el tema. Las anotaciones siguen con casos de mujeres estafadas. “Algunas ingresaron en Mercado Libre. Aparecen ofertas de Oxaprost con sólo un número de teléfono. A una mujer le vendieron Ibuprofeno, le habían cobrado 5 mil pesos”, señaló. También, los relatos de mujeres le dieron la pauta de que existe una enfermera en un barrio periférico de la ciudad que se ofrecía a realizar abortos con métodos extraños, no efectivos y a altos costos.

“Un médico de la parte privada cobraba 10 mil pesos para ponerle pastillas, les decía que vayan a su casa y volvieran cuando empezaran el sangrado. Cuando regresaban, anotaba que se trataba de un aborto espontáneo, internaban a la mujer y le hacían legrado, cubierto por obra social”, dijo y añadió que la desinformación también existe en las farmacias.

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Ale contó que Socorristas en Red se conformó en 2012 de la mano de la tarea que se venía desarrollando desde diversas organizaciones. “Militar derechos, genera que otras mujeres se acerquen para preguntarte cosas. En el caso del aborto nos preguntaban cómo conseguir medicamentos, cómo usarlos. Las compañeras de La Revuelta ya habían empezado en el año 2009 a tener un servicio que se llamaba Socorro Rosa. Son mujeres que se habían empezado a organizar para que otras accedan a la información, porque sabemos que ese es el primer paso”, sostuvo.

Explicó que con el tiempo percibieron que dar información no bastaba y comenzaron a delinear otras estrategias, a requerir datos concretos. “Nos dimos cuenta que ese acompañamiento es necesario para salir de los miedos, generar empatía, seguridad. Esto también nos permite a nosotras ir aprendiendo y desterrando mitos que teníamos. Comenzamos a llevar registros de nuestras prácticas de aborto, empezamos a escribir lo que nos pasaba a nosotras acompañando. Algunos de esos relatos están en el sitio Comunicar Igualdad”, señaló.

“Estas son historias reales, que vamos a exponer en el Congreso de la Nación porque a la información que debería aportar el Estado y a los abortos seguros los estamos garantizando profesionales de la salud y socorristas, así como compañeras de otras organizaciones”, expresó.
Ver lo que está detrás de los números
Julia Burton es socióloga, estudiosa del tema y participa en la sistematización de datos de Socorristas en Red. Sostuvo que “más que hablar de abortos clandestinos es bueno hablar de aborto seguro. Contraponer, dentro de lo clandestino, la inseguridad que suele haber cuando se accede a métodos muy precarios, no se tiene información, no estás acompañada. Para mí lo interesante de las socorristas tiene que ver con la calidad de los abortos que acompañan, que son seguros”.

Lo que registran, detalló, “no son acompañamientos de interrupciones legales, que son las que están contempladas en el Código Penal. A partir de una primera charla que tiene lugar en talleres donde se les da información a las mujeres que lo requieren, se ven situaciones contempladas en algunas de las causales de no punibilidad, entonces son acompañadas al sistema de salud, para que ahí se les practique una interrupción legal del embarazo”.

Burton resaltó: “En Paraná es muy interesante lo que ocurre con el porcentaje de mujeres que cree en alguna religión, para derribar este argumento de que las católicas o de otras comunidades religiosas, no abortan. Los datos están diciendo que casi el 65% de las mujeres que recurrieron a Dora te Escucha creía en alguna religión en el momento de decidir abortar”. Respecto de lo que ocurre a nivel nacional, contextualizó, “el nivel de religiosidad es del 58,3 por ciento”.

El registro también permite reconstruir la situación laboral de las mujeres. Los datos arrojan que 40 mujeres no tenían trabajo y buscaban, 54 no tenían ni buscaban, 58 tenían trabajo informal y 69 (31,2%) tenía trabajo formal.

En este caso, señaló, “hay que preguntarse qué pasa con las mujeres que, o tenemos trabajo precario o no tenemos trabajo, que es la situación de casi el 70 por ciento. Esto habla de la realidad laboral de las mujeres”.

Respecto de la situación educativa, cinco mujeres tenían la escolaridad primaria completa, 50 no habían culminado la escuela secundaria y sí lo habían hecho otras 52. El resto había incursionado en la educación superior: 19 contaban con terciario incompleto y 20 lo habían terminado; 64 tenían formación universitaria incompleta y 11 la habían culminado.
Situaciones de violencia
Más del 50% de las mujeres había sufrido alguna situación de violencia, según los datos obtenidos por las Socorristas. Tienen por objetivo “registrar si las mujeres percibimos o no violencia por el hecho de ser mujeres en algún momento de nuestra vida y en cualquier ámbito, no necesariamente en ese momento y pensando en todos los tipos de violencia que nos atraviesan”.

Burton explicó que también incorporan una pregunta acerca de cómo se enteran de la existencia de las Socorristas. Esa información que recaban “da cuenta por ejemplo de la relación que existe con el personal de salud. Casi el 23% llegaron por esa vía. El dato habla del trabajo que hacen las militantes feministas por articular con esos sectores, así como de la posibilidad de hacer consultas, intercambiar”.

Por otra parte, registraron que de las 206 que decidieron realizar el aborto con su acompañamiento el 88,3% no necesitó ir a una guardia médica en las 72 horas posteriores al uso de la medicación. Por su parte, de las que concurrieron al sistema de salud, el 50% manifestaron recibir un muy buen trato, un 45% dijo recibir un trato bueno y el 4% un trato malo.

“Estos registros son reales, sobre mujeres concretas. No son encuestas en las que se hace una muestra y después una aproximación estadística para toda la población. Esto es caso por caso, mujeres de verdad. Socorristas son las únicas que tienen estos datos. El Estado lo único que registra son los egresos hospitalarios, estadísticas vitales, nacimientos y defunciones. La cifra de mujeres muertas por abortos clandestinos son de las que pasan por algún hospital o centro de salud, que quedó registrado su paso por ahí, pero es ínfimo”, sostuvo la activista.
Fuente: Corresponsal

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