Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
En el derecho civil existe una institución a la que usualmente se la conoce como “la curatela del pródigo”, La misma se la asocia con la parábola evangélica del “hijo pródigo”, al que como se sabe el hecho de que el dinero pareciera quemarle las manos por la velocidad con la que se desprendía de él, se lo considera pródigo.

Tratando de ceñirnos al ámbito del derecho, debemos indicar que en ese campo se parte del supuesto que la compulsión de utilizar el dinero de una manera dispendiosamente ruinosa, da cuenta de una discapacidad vinculada con la vida de relación del incapaz, que en ese aspecto lo asimila a un menor de edad y que exige como en el caso de los menores la designación judicial de la administración de sus bienes de los cuales se lo priva, dejándolos en manos de un curador.

Una circunstancia que nos lleva a pensar que resulta lamentable la inexistencia en el ámbito de derecho público de una institución similar (en realidad, se cuenta con ella, aunque como se sabe desgraciadamente, con escasas excepciones, también pertenecen a la secta de los “pródigos”), con la atribución de vetar el desenfreno enfermizo con el que muchas veces los gobiernos populistas hacen uso de los dineros públicos, algo que según un dicho popular no significa otra cosa que el “tirar manteca al techo”, una pretensión compulsiva de comportarse como hada madrina, y que hace que se le asigne un lugar principalísimo en la acción gubernamental a aquello que se conoce como “pan y circo”.

Con el agravante, que tal como sucede en nuestro caso, se persiste en este tipo de comportamientos cuando se está “acabando el pan” –tanto en el sentido literal como el figurado de la expresión- dado lo cual se tiene la impresión de que ingresamos en un terreno en el que al menos por un tiempo tendremos que contentarnos con “el circo”, dadas las complicaciones vividas y que en cualquier momento pueden llegar a presentarse con el pan.

De lo cual es un nuevo ejemplo superlativo, que molesta hasta el enojo, la situación que se ha vivido en Santiago del Estero, donde el delirio ha llegado a extremos realmente inadmisibles.

Es sabido que Santiago del Estero cuenta con un matrimonio gobernante al estilo K, en el que en la actualidad es el componente femenino de la pareja, quien ejerce la gobernación, mientras su esposo y ex gobernador ocupa una banca de senador nacional hasta el momento en que produzca un eventual nuevo enroque. A ello se debe agregar que este último, radical como Cobos, fue parte del proyecto de “la transversalidad”, aunque después siguieron caminos distintos. También que la actual gobernadora consorte obtuvo un apabullante número de votos al momento de ser elegida, estableciendo un record por ser dentro del oficialismo –y también fuera de él- quien, en las últimas elecciones para ese cargo, obtuvo el porcentaje más alto, del orden del setenta por ciento.

Frente a lo cual cabe llegar a la conclusión de que por algo habrá sido. Aunque nos queda la impresión que en la labor del marido gobernador, no todo fue miel sobre hojuelas, como en seguida se verá, ya que de la relación siguiente viene a quedar en claro que en una provincia con altos niveles de pobreza en prácticamente todo su interior, en la que la vivienda precaria es la regla, y la capacitación laboral acusa falencias y que el trabajo informal sea el destino inevitable de la mayoría de los santiagueños que emigran en procura de trabajo, es un acción casi criminal no establecer prioridades sensatas al momento de aplicar los recursos públicos.

Máxime cuando la oportunidad que le han brindado a la provincia los abultados recursos a ella desviados por la graciosa voluntad presidencial, es una oportunidad posiblemente irrepetible, al menos en un lapso más o menos corto-

Es que a pesar de que la ciudad de Santiago del Estero cuenta con un Aeródromo súper calificado y que Río Hondo se encuentra a una cómoda distancia del mismo, en un momento se tuvo la absurda “ocurrencia” de duplicar este tipo de infraestructura. Fue así como el año 2012 se inauguró el Aeropuerto Internacional de Termas de Río Hondo, con una inversión de ciento cuarenta millones de pesos de esa fecha, el que a partir de agosto de ese año comenzó a ser utilizado por Aerolíneas Argentina con una frecuencia de un vuelo completo semanal -ida viernes, vuelta domingo- a la estación aérea, en lo que un santiagueño que se las da de avispado considera como un desvío de los vuelos que originalmente iban a la capital provincial.

Mientras tanto, al parecer se ha encontrado ahora una oportunidad de que ese aeropuerto sea utilizado más intensamente, aunque lo sea a un costo que aumenta el despilfarro. Es que el gobierno santiagueño ha tomado la decisión de promover la realización del Gran Premio de la Argentina de motociclismo en el próximo abril, dentro del calendario del Campeonato Mundial GP-.

Ello implicó la remodelación del Autódromo Termas de Río Hondo para adaptarlo a las normas de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), a un costo de trescientos setenta millones de pesos. A ello se debe agregar el pago de otros cuarenta millones de pesos a la entidad organizadora como forma de incorporar a esa competencia dentro de la agenda respectiva, sin contar una seguidilla de otros gastos que deben ser considerados “propinas” al lado de los anteriores.

Dejamos al lector la tarea de sumar el monto de todos esos ítems de manera de llegar al resultado final. Y es precisamente ese resultado los que nos lleva a inquietarnos por la cantidad de dinero que el exgobernador pudiera haber desperdiciado durante su gestión, más allá de todo lo que pudo haber hecho bien y que fuera reconocido por la población con el voto a la continuidad.

Aunque la triste moraleja que no tenemos más remedio que sacar, es que eso de “tirar manteca al techo” vuelve a todos los niveles gubernamentales la administración ordenada como algo excepcional.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

Enviá tu comentario