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El amor por su hijo y una fuerte determinación que la llevó a no quedarse de brazos cruzados, hizo que una madre de Concepción del Uruguay consiguiera que Santillana, una de las más renombradas editoriales de habla hispana, modifique la definición de autismo de su diccionario escolar.

“¿Recuerdan la historia que les conté sobre la definición de “autismo” que Fran encontró en el diccionario escolar de Editorial Santillana?” comienza a contar en su perfil de Facebook Laura, mamá de Fran, un niño de 9 años con autismo que vive en Concepción del Uruguay.

Ella relató que tuvo un diálogo con su hijo, en momentos en que se propuso buscar una palabra en el diccionario. “Se acercó a mí con la edición escolar del diccionario Santillana. abierta”, recordó. “Mirá - me dijo, entre decepcionado y triste-. ‘No todos creen que el autismo es una condición como vos decís”.

“Entendí enseguida lo que estaba pasando, y, por dos segundos… me paralicé (en estos casos nunca hay más tiempo que ese). Y aún sabiendo lo que iba a leer tomé el diccionario y fijé la vista donde él me señalaba. (En el fondo, quería ganar tiempo para pensar qué iba a contestar). La palabra que había buscado Fran era, efectivamente, la palabra autismo”.

Pero la mamá reaccionó de inmediato: “Cerré el diccionario. En realidad quería quemarlo. Y lo que le dije después seguro hará temblar precozmente su presente y futuro escolar, pero no lo dudé: ‘Mirá, Fran. Cuando dudes de algo que estás leyendo, lo importante es que creas en vos, no en lo que digan los libros ’”.

“Intercambiamos dos o tres ideas más, dejó la edición sobre el escritorio, se fue al patio y siguió procesando en círculos la información que había leído. Supongo que también mi respuesta”, dijo.
La iniciativa de una madre, que no se quedó de brazos cruzados
“Yo me quedé pensando en quienes redactan y revisan estas ediciones, y en cuánto trabajo de investigación, sensibilización y concientización destruyen en 2 renglones”. En cuánta construcción de amor y aceptación pueden poner bajo la lupa”, reflexionó. “Además de compartirla en las redes, le envié por correo electrónico a la editorial junto a esta breve propuesta: “Ojalá entre todos podamos construir un mundo mejor.”
La respuesta de Santillana
“Nunca imaginé que podrían contestar, pero hoy abrí el mail y me encontré con la respuesta de Graciela Valle, Directora Editorial de Santillana, a quien por supuesto ya respondí”.

La ejecutiva de la Editorial escribió:

“Estimada Laura: En nombre de la editorial quisiera expresarle nuestro pesar por el dolor que causó a su hijo la lectura de la definición del diccionario. Los diccionarios de la lengua española de Santillana son editados en nuestra casa matriz, en España, y nosotros tenemos muy poca intervención desde Argentina. Estamos, sin embargo, en este momento, con un proyecto que llevará seguramente un par de años, de editar un diccionario confeccionado en Latinoamérica, con una versión específica para el Río de la Plata. Estuve rastreando las definiciones de autismo de varios diccionarios que se han editado y encuentro diferencias. Por ejemplo, En el Nuevo diccionario escolar de la lengua española, de 2001, se lee:

Autismo: enfermedad mental que aparece sobre todo en el infancia…

En el Diccionario Santillana, impreso en 2005 se lee: Autismo: trastorno mental que provoca el aislamiento de la persona…

Entiendo que ninguna de estas dos definiciones se ajusta a lo que establecen las últimas investigaciones, en relación con las condiciones del espectro autista. Hemos elaborado un informe para el departamento correspondiente encargado de este tipo de materiales, para que subsanen el error, de inmediato en la edición digital, y a medida que se realicen reimpresiones o se editen nuevos diccionarios, la definición se ajuste. Transmita por favor nuestro pedido de disculpas a Fran y asegúrele que estamos muy apenados, que la definición del diccionario es errónea y que haga siempre caso a su madre en aquello de confiar en sí mismo. Los editores tenemos que tomar con mucha responsabilidad nuestra tarea porque no sabemos hasta qué punto una palabra puede afectar a las personas que leen nuestros materiales. Le reitero nuestro pedido de disculpas y, si quisiera proporcionarnos alguna fuente confiable para construir la definición, la recibiremos con muchísimo gusto. Afectuosamente, Graciela Valle, Directora editorial”.
Fuente: La Calle

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