Un panorama similar se está viviendo en Entre Ríos, donde imágenes tomadas en localidades costeras reflejan el bajo nivel del cauce y cómo quedó al descubierto lo que habitualmente está tapado por una inmensa masa de agua. Es el caso de la localidad de Diamante. La poca agua en el Paraná genera severos inconvenientes en la navegación y la entrada al puerto local. Incluso, se puede caminar por los bancos de arena que se han formado frente al puerto de esa ciudad.
El secretario de Infraestructura y Política Hídrica de Argentina, Pablo Bereciartúa, dijo que la bajante del río Paraná es "significativa" y advirtió que es "comparable a la del 2009" como consecuencia de 60 días con precipitaciones inferiores al promedio en las zonas de la cuenca alta de Brasil.
