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Puede que sea cuestión de tiempo. Pero hasta el momento las islas de Formentera, en Baleares; y El Hierro, en Canarias, son los únicos territorios habitados de España que todavía sobreviven sin coronavirus.

Los algo más de 12.000 habitantes de la balear, y algo más de 10.000 de la canaria, han aprovechado esta vez a su favor su condición de territorios ultraperiféricos, que les concede la Unión Europea, cortando las pocas amarras que les unían a la Península y sus vecinos.

Pero el virus no anda lejos. A once millas náuticas de Formentera, en Ibiza, ya son 19 casos detectados; mientras que El Hierro tiene de vecinas a La Gomera y La Palma, con tres y cinco casos.

Formentera tenía, además, suficientes papeletas para convertirse en uno de los primeros territorios con coronavirus. El 35% de su población es extranjera y, en su mayoría italiana, por no hablar de que se trata del 60% de su turismo, procedente especialmente del norte del país transalpino, la zona más afectada.

Al aislamiento natural de vivir en una isla se une la doble y triple insularidad que padecen estos territorios, el balear incluso sin aeropuerto, un hecho que ahora se está aprovechando para reducir las posibilidades de contagio. Algo que históricamente ha llegado a ocurrir al revés, cuando Formentera, por ejemplo, se quedó vacía tras la peste negra del siglo XIV, y no comenzó a poblarse de manera significativa hasta el XVII.

Unas condiciones de España vacía que, paradójicamente está llenísima, ya que El Hierro tiene una densidad de población de 40 habitantes por kilómetro cuadrado, y Formentera de 147, que ambas llegan a triplicar en verano.

"Con todas las cautelas", ya que reconoce que se espera un aumento de casos en toda España, para el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, lo que está ocurriendo en estas islas demuestra que, como se le pide al resto de la población, "el aislamiento puede contener este virus".

El ultra-aislamiento hasta ahora había servido para proteger estas islas, por ejemplo, de la salida y entrada de plantas que evitara la plaga del picudo rojo, que arrasa la flora; o las serpientes, inexistentes en Formentera hasta hace una década, cuando se coló en huevos a través de palmeras procedentes de la Península.

Desde hoy El Hierro solo cuenta con un vuelo al día con Gran Canaria, mientras que desde la medianoche del miércoles se prohíbe el desembarco en el puerto de pasajeros embarcados en los buques de pasaje que presten servicio de línea regular con origen en la Península.

En Formentera, sin aeropuerto, ha reducido a tres diarias (9, 15 y 21 horas) sus conexiones marítimas con Ibiza. Se han escogido estos horarios con la finalidad, precisamente, de que el personal sanitario que trabaja en Formentera pero vive en Ibiza pueda volver a su domicilio a dormir si lo desean, explicó el conseller de Movilidad de la isla, Rafael González.

El pasado viernes el Gobierno de Formentera facilitó un teléfono para que se pusiesen en contacto con las autoridades todas aquellas personas que hubiesen llegado a la isla en los últimos días.

A casi dos centenares se les ha hecho un cuestionario en el que se pregunta por su estado de salud y el lugar desde el que llegaron. Además se les ofrece información sobre el confinamiento, sobre el coronavirus y se les pregunta si necesitan algo.

Ese mismo cuestionario se empezó a repartir el domingo a todos los pasajeros que realizan los trayectos desde Ibiza. El personal de las navieras lo reparte entre sus usuarios y, una vez rellenado, lo entrega al Consell, que al día siguiente comienza un seguimiento vía telefónica.
Fuente: Diario El Mundo de Madrid

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