Gómez comparó las ventas, respecto del año anterior y señaló que, según las estadísticas interanuales, disminuyeron alrededor de un 25%.
“Lo que tenemos es un aumento de medicamentos que se sostienen de mes a mes y, en contrapartida, tenemos una baja importante en las ventas”, remarcó.
Respecto a la respuesta que se observa de parte de los compradores, el farmacéutico analizó que no poder comprar los medicamentos cuando hay necesidad de hacerlo por salud, representa un problema para los pacientes y en este sentido señaló que “las crisis más profundas se ven en el mostrador. (…) Comprar medicamentos no es algo que le guste a nadie, pero es un gasto obligado”, remarcó.
“Lo que vemos es la consulta del precio antes de comprar”, sostuvo Gómez y recomendó que siempre “es bueno preguntar porque a veces, hay alternativas más económicas”.
El farmacéutico relató que las experiencias “más duras” se ven con aquellos pacientes que no tienen cobertura de obra social y deben comprar los medicamentos enteramente con sus recursos. “Estiran la compra, o en vez de tomarlos todos los días, lo hacen día por medio, para que la cajita le dure dos meses”, manifestó como algunas de las consecuencias de los aumentos.
