Curiosamente esa explicación, además de ser errónea, no se traduce en un elogio para las fuerzas de seguridad y para las actuales autoridades, sino que favorece a los vendedores de ese nefasto producto, que de esa manera ven potencializada su estrategia de aumentar los precios del mercado.
Ya que la única vinculación que tiene el narcotráfico con la economía es el problema del lavado del dinero de las enormes ganancias que ese comercio genera. Es que el suyo se trata de un mercado que, cuando no está monopolizado por un único proveedor, debe considerarse cartelizado, ya que se asiste a acuerdos volátiles entre competidores que están en todo de acuerdo, aún en las ganas de terminarse mutuamente.
De donde aquí se da otro ejemplo más de esas leyendas urbanas, que con tanta facilidad sirven para engañar a la buena gente crédula.
