Desde 2003, cada enero se realiza la Copa Mundial del Helado en Rimini, ciudad natal del célebre director de cine Federico Fellini. En esta edición, el primer lugar fue para Francia, seguido por España y Australia; la Argentina quedó sexta en la competencia general. Sin embargo, el equipo local se destacó de modo especial durante los cuatro días que duró el certamen.
Del 20 al 23 de enero, el equipo argentino –conformado por Maximiliano Maccarrone (capitán de Equipo), Eduardo Zacaría (maestro heladero), Ariel Segesser (maestro pastelero, especialista en chocolate y caramelo), Érica Rodríguez (maestra pastelera), Rubén Darré (chef), Sergio F. Mercado (pastelero profesional) y Milagros Sandez (pastelera profesional)– debía realizar diferentes presentaciones con el tango como tema central y, al mismo tiempo, promover al dulce de leche como sabor principal.
La empresa santafecina San Ignacio es hoy el principal exportador de dulce de leche de la Argentina y del mundo, aunque sólo destina el 4% de su producción a la exportación, por lo que el potencial es enorme. Actualmente vende sus productos a más de 22 países y es la única empresa habilitada que exporta a la Unión Europea (UE). Sus principales mercados son Chile, Brasil, Canadá, Estados Unidos, España, Reino Unido y Alemania, pero también exporta a México, Sudáfrica, Dubai, Filipinas, Paraguay y Bolivia.
Eduardo Zacaría, el maestro heladero del equipo, explicó que el dulce de leche no podía faltar en las presentaciones ya que "es una de las materias primas fundamentales del helado argentino y que nos representa en el exterior".
Además de la Argentina, compitieron equipos de Australia, Brasil, Corea, Francia, Japón, Marruecos, Polonia, España, Suiza, Estados Unidos y Ucrania. Los participantes debieron preparar y presentar diferentes propuestas: una copa y una torta helada, un plato con helado salado y snacks, y una escultura en hielo.
