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Jorge Luis Burruchaga nació hace 57 años en Gualeguay. Es el último argentino en convertir un gol en la final de un campeonato del mundo y formó parte, además, de la final Intercontinental ganada por Independiente en 1984. El club de Avellanada es su segunda casa.

Tanto, que este 9 de diciembre se cumplieron 35 años de aquel título con el “Rojo” y el propio entrerriano participó de una celebración que se realizó en el gimnasio “Bottaro”. Allí estuvo junto a Bochini, Marangoni y Giusti, entre otros. Ya alejado de la secretaría técnica de la Asociación del Fútbol Argentino, admitió que su deseo es volver a ser entrenador.

“Tuve dos encuentros con ellos. Una fue casualmente anoche donde hablamos un poco y otro fue durante un homenaje que se le hizo a Albeiro Usuriaga en la cancha justamente en el partido ante Independiente del Valle”, dijo sobre sus charlas con los Moyano (Hugo es el presidente de Independiente y su hijo Pablo conduce el fútbol).

“Nunca he charlado de todo eso, profundamente y en función de lo que yo puedo pensar. Siempre se ha dicho que me pueden llamar, pero nunca ha ocurrido”, aclaró respecto a ser tentada para el club donde se retiró como profesional en 1998.

Añadió el campeón del mundo en 1986: “Como siempre digo, yo espero. Después de mi salida de AFA mi decisión fue volver a trabajar porque me siento bien, tengo ganas y estoy mirando partido constantemente con mi cuerpo técnico y a la espera de una posibilidad de que salga un trabajo”.

-¿Te ves más como entrenador o manager?
-La experiencia de manager, viniendo de la AFA y todo lo que significaba la selección argentina de vivir esa adrenalina desde otro lugar es algo que lógicamente que me gustó. Sin dudas, me gustó. Fue una experiencia muy buena. No te puedo decir que no hablaría pero lo mío está más encaminado, más allá de que si es Independiente, hacia lo que es el entrenador. Ese vivir el día a día es lo que, en mí salida de la selección, me motivó a volver a estar en este lío que, cuando estás adentro, querés salir y, cuando estás afuera, querés entrar. Me siento con ganas, motivado, veo un fútbol desde hace más de 40 años y creo que estar a la altura de poder dirigir un equipo de acá y de donde sea.

-Sumado Independiente porque, digo, una de las informaciones que tenemos es que la continuidad de Berón (actual DT interino) está cada vez más en tela de juicio. ¿Podría ser un buen momento para volver al club?
- Cuando me llaman ustedes, los medios partidarios, siempre tuve cuidado de hablar porque había entrenadores. Hoy hay un entrenador interino, que por ahí va a seguir, pero para esto busquen los archivos de 2005-2006 cuando el presidente de la época no respetó lo que se había pactado y pagué los platos rotos yo porque es Independiente cuando me tendría que haber ido en diciembre.
Siempre dije que me gustaría volver en algún momento a Independiente y nunca perdí las esperanzas. Ahora, siempre guardé respeto y nunca me quise meter cuando hay un entrenador trabajando, ni en Independiente ni en ningún lado. Ahora que hay un interino a la pregunta no la puedo obviar: me gustaría volver a dirigir a Independiente.

-¿Si te llaman para entrenar, lo analizarías lógicamente pero en un principio: “A Independiente voy”?
-Pero sin dudas. Todos aquellos que somos parte de la historia siempre estamos dispuestos a ayudar. Mismo a Pablo (Moyano) se lo he dicho porque el paso nuestro fue importante y creo que Independiente, en el momento que está viviendo después de volver a primera división y haber ganado una Sudamericana, tiene que volver al lugar que ya ocupó.
Fuente: Infierno Rojo.

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