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Tan rutilante como fugaz fue el paso de Omar Abel Bordet por el fútbol profesional. El marcador de punta izquierdo nacido en Colón y surgido del Club Ñapindá debutó en la Primera de Boca en 1983 y luego de una rápida consolidación se ganó el reconocimiento del hincha y un par de citaciones de Bilardo a la Selección Nacional. Pero una lesión le quitó continuidad y las chances de haber peleado un lugar por estar en el Mundial de México ’86. Libre de Boca se marchó a Temperley y luego a Chaco For Ever, en ambos clubes jugó un puñado de partidos, pero las lesiones lo empujaron a retirarse tempranamente a los 26 años.

Afincado en Barcelona, donde reside desde 2006, Bordet repasó su carrera en diálogo con “DEPORTES 12” (lunes a viernes de 20 a 21 por RADIO 12, FM 89.1 y radiodoce.com). “Mis inicios fueron en Los Pinchas, equipo de infantiles que competía en los Juegos Evita, muy populares en aquella época. Julio Erramuspe me invitó a jugar en Ñapindá y ahí arranqué en Primera a fines de los ’70, logrando los primeros campeonatos del club. Y en el ’80 logramos el título entrerriano con la Selección Juvenil de la Liga de Colón”, recordó.

Sobre su llegada al Xeneize rememoró: “En el 81 surgió la chance de probarme en Boca y quedé, fue el año del campeonato con Diego Maradona. Recuerdo que los jueves nos llevaban a hacer fútbol con Primera y quedaba paralizado por las cosas que hacía con la pelota”. Empecé jugando en la Quinta división hasta debutar en Primera el 3 de abril de 1983, con Carmelo Faraone como técnico”, y agregó: “Jugué muchos partidos en una etapa económica muy difícil del club, donde no tenía un plantel tan competitivo como ahora”.

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El entrerriano, en la cancha de Boca Agrandar imagen
El entrerriano, en la cancha de Boca
El punto de inflexión de su carrera sin lugar a dudas que fue una distensión de ligamentos sufrida en su rodilla derecha: “Me costó mucho recuperarme, en esos años no era como ahora. Tenía miedo de volver a jugar y lesionarme, había perdido confianza y continuidad”. Con el paso del tiempo el “Oveja” perdió el lugar que rápidamente se había ganado a fuerza de temple y en el ’86 quedó libre, por lo que debió buscar nuevos horizontes: “Estuve seis meses en Temperley (13 cotejos) y otro semestre en Chaco For Ever (apenas 9), pero a fin de año rescindí y me retiré del fútbol a los 26 años, en el año 1988”, rememoró. “Me alejé por completo del fútbol. Después de rescindir en Chaco me hice unos estudios y me salió que tenía una hernia inguinal, lesión que venía arrastrando hacía un tiempo. Me operé y luego tuve varias ofertas para volver a jugar, pero hacía un largo tiempo que estaba inactivo y no quería fracasar”, subrayó el colonense de 57 años.

El año 1983 no solo fue el de su debut en Boca Juniors, también el del estreno con la Selección Nacional. “Bilardo me convocó para jugar el Torneo Esperanzas de Toulón en Francia, donde perdimos la final por penales con Brasil. En ese equipo jugaban Pumpido, Ruggeri, Gareca, Rinaldi, Monzón, Martino, entre otros. Me lesioné en semifinales con Francia”, recordó.

Su irrupción en Boca, donde jugó 37 partidos entre 1983 y 1986, y el buen rendimiento mostrado en el campeonato juvenil con la “Albiceleste” pusieron al colonense en la órbita de Carlos Bilardo, quien preparaba el equipo para los compromisos internacionales del ciclo 83-86, entre ellos las eliminatorias para el Mundial de México. “Estuve preseleccionado para ir al Preolímpico de Ecuador 84 con Pachamé. Y un poco antes del Mundial, Bilardo me citó para unos entrenamientos porque conocía su manera de trabajar. Yo no estaba jugando, sin embargo él sabía todo de mí y me explicó que me tenía en cuenta porque los dos nos conocíamos muy bien y no quería perder tiempo explicándole a otro jugador nuevo. Lo último fue una gira por India, pero se suspendió”, describió.

Teniendo en cuenta que el recordado José Luis “Tata” Brown fue convocado por Bilardo para jugar México ’86 a pesar de ser jugador libre, por el conocimiento y la gran confianza que el Doctor tenía sobre él, quizás lo mismo pudiera haber sucedido con Bordet. “Un día un amigo se cruzó con Bilardo y al comentarle que me conocía le dijo que tranquilamente pude haber jugado. Me faltó continuidad en los años 85 y 86. Nunca lo voy a saber, las cosas se dieron así, tal vez pude haber jugado en México”, comentó.

Sobre su actualidad el ex futbolista señaló: “En agosto van a ser 14 años viviendo en España. Al fútbol argentino lo miré hasta hace unos años cuando dejó de pasarlo un canal de cable. El horario (cuando allá juegan a las 21, acá es madrugada) tampoco ayuda. Sigo mucho el fútbol español y las copas europeas”.

Durante los primeros años en Barcelona tuvo la chance de volver de visita a Colón, sin embargo ahora lleva una década sin hacerlo: “La última vez fue en 2010. La idea y las ganas de ir están, tengo allá parte de mi familia y amigos, pero la complicación es económica. Colón es mi tierra y me hace ilusión mostrarles a mis hijos, que cuando fueron eran muy chicos, donde pasé mi infancia”, añoró en la madrugada catalana desde donde gentilmente atendió la requisitoria.
Fuente: El Entre Ríos - Radio 12 Colón

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