Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Dos efectivos de la Policía de Entre Ríos que participaron de la investigación que se realizó tras la denuncia sobre la sustracción de armas judicializadas que luego eran vendidas en el mercado del delito, confirmaron que las mismas eran reingresadas al circuito delictivo y complicaron la situación del acusado, el experito balístico Antonio Vitale.

En sus declaraciones en el juicio, confirmaron que las armas que debían estar en custodia del Poder Judicial eran secuestradas en la calle, en nuevos hechos. Aunque no se señaló a Antonio María Daniel Vitale, como la persona que sacaba las armas ni tampoco se afirmó que eran vendidas, por primera vez en la audiencia se mencionó el tipo de arma, el calibre y la causa a la que estaban relacionadas, y cómo se las volvió a secuestrar vinculadas a nuevos hechos delictivos.

Ambos efectivos destacaron que focalizaron sus investigaciones en hechos cometidos con armas calibre 9 milímetros porque en 2015, año que es comprendido por el período que se investiga, aquel calibre sobresalía respecto de incidentes cometidos con armas de otros calibres.

Carlos Iván Berón, jefe de la División Escopometría de la Policía de Entre Ríos, dijo que estuvo dos años abocado a esta investigación y participó del "exhaustivo" inventario que se realizó en el subsuelo de Tribunales, en la Sección Efectos Secuestrados y en la oficina pericial, lo que le permitió sostener que "los faltantes podrían ser más que los que reveló el inventario", pero que comprobarlos le llevaría al menos dos años de trabajo.

Berón manifestó que desde la División "hemos llegado a relacionar 24 causas con un arma” y reconoció que la denominada Causa Armas les hizo replantear todo el trabajo.

El efectivo reconoció que encontró "muchas anomalías", resaltando el derrotero de un arma calibre 9 milímetros que se secuestró en 2013 y volvió a ser detectada el 7 de junio de 2016 en un hecho en calle Don Bosco, cuando volvió a secuestrarse, constatando que se trataba de la misma arma.

Con la constatación se pidió la muestra testigo a Efectos Secuestrados, desde donde respondieron que no estaba, como así tampoco el arma.

También mencionó el caso Rei, en jurisdicción de comisaría quinta, en el que el arma secuestrada regresó "al mismo delincuente a quien se la habían sacado, sabiendo que era proveedor de armas y cartuchería".

Berón tambien recordó un hecho en barrio Rocamora que tuvo como víctima a Vladimir Schumacher, donde se secuestraron vainas de una pistola Glock calibre 9 milímetros.

El efectivo precisó que en diciembre de 2014 se realizó un allanamiento a la casa de "Bernini", en barrio Belgrano, donde se secuestró un importante lote de armas, pero la Glock no, aunque rememoró que la hallaron tiempo después, vinculada a otros hechos.

Berón cuestionó que el lote de armas fue peritado el 29 de diciembre de aquel año, las retiraron el 6 de marzo de 2015 y el 10 de marzo las llevaron a Efectos Secuestrados. El 15 de marzo, cinco días después, la volvieron a hallar vinculada a varias causas.

El uniformado ratificó lo que otros testimonios relataron respecto a la situación que presentaba la Sección Efectos Secuestrados y la oficina pericial al momento del inventario: "Desorden, rótulos tirados, partes de armas que sostenían un aire acondicionado, un montón de armas sin rótulo, armas que estaban acondicionadas distinto que el resto, cartuchería de un calibre que nunca vi" fueron algunas de las situaciones que relevó.

Esto lo llevó a señalar que “esas condiciones no son las adecuadas, son armas que tienen un titular registral que había que ubicar. Así era propicio que algo pase", opinó.

Berón destacó que varios elementos, como un sofisticado microscopio, no eran usados y estaban descuidados. Ahora funciona en otras jurisdicciones.
Adulteraciones
Antes, el policía Adrián Leiva indicó que en un caso detectó dos armas calibre 9 milímetros con las mismas adulteraciones, la que "no eran comunes y corrientes". A partir de esa situación comenzó a revisar las pericias una por una de acuerdo a la marca del arma, al año y número de peritaje.

El resultado al que arribó fue que “que había números de serie de armas que se repetían, y al revisar corroboró que se trataba de armas que habían sido peritadas”. Así, recordó un arma que fue peritada en 2009 en Concordia y fue nuevamente secuestrada en otro hecho en 2013, en Paraná.

Como conclusión sostuvo que se trató del "mismo arma que está relacionada a dos hechos diferentes", uno a la causa "Bernini", por homicidio, y a la causa Espinosa, por tentativa de homicidio.
Mercado ilegal
El armero matriculado Marcelo Noguera sostuvo que vio a Vitale entregando cuatro armas adulteradas, que llevó en una caja de zapatos, en el programa nacional de destrucción de armas, en 2013; lo que le llamó la atención dado el cargo que el imputado tenía como perito balístico del Poder Judicial.

Noguera expresó que "sabía de un mercado ilegal de armas, siempre se supo" y añadió que "en el Tiro Federal siempre se hablaba del mercado ilegal", pero reconoció que no se lo mencionaba a Vitale ni al Poder Judicial.
Fuente: El Diario

Enviá tu comentario