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Las principales petroleras del país subirán hasta 7% el precio de los combustibles durante el próximo fin de semana en todas las estaciones de servicio del país.

Según indicó Ámbito, algunas compañías pretenden ajustar hasta 8% de una sola vez, el doble del 4% previsto inicialmente para mitad de junio y acordado con el Gobierno nacional en el marco de Precios Justos hasta el 15 de agosto próximo. En el interior del país algunas marcas ya aplicaron un primer aumento y seguramente lo complementarán para llegar a un 7% u 8% final.

El ajuste promedio en los precios de las naftas y el gasoil se iba a aplicar a primera hora del jueves 15 de junio. Ese aumento iba a ser del 4%. Pero luego de una ronda de llamados entre generentes y directores, las petroleras decidieron dilatar ese ajuste y esperar al fin de semana para sumar algunos puntos más. También querían saber de cuándo era la inflación de mayo, que según el INDEC, dio 7,8% mensual. Así, se estima que el alza sería de entre 6% y 7% según la empresa, y que comenzaría a regir entre el sábado y el domingo.

A diferencia de otras subas, YPF -controladora del 55% del mercado de combustibles- sería la última en actualizar sus surtidores. La decisión de la firma de mayoría estatal es esperar a ver cómo se comportan y qué hacen las competidoras. En el sector aseguran que la estrategia laissez-faire (dejar hacer) le aporta argumentos para seguir los pasos de otros.

Los expendedores sostienen que la inflación acumulada en 2023 llegó al 42,2% y los precios de combustibles subieron 23%. Pero además advierten que la mitad de las estaciones de servicio de todo el país siguen sin llegar al punto de equilibrio, ubicado hoy en 330.000 litros mensuales. “Estamos con la soga al cuello, la inflación y el retraso en los precios de los combustibles hace insostenible sostener las estaciones abiertas. Necesitamos una solución”, reclamaron desde Cecha, la confederación que agrupa a más 4.800 bocas de expendio.

En el Gobierno reniegan de los puntos extra de aumento, pero no frenarían la medida ni darían por caído el pacto vigente. Admiten que el ultracepo sectorial que les aplicó el Banco Central a las petroleras para acceder a dólares oficiales para importar combustibles premium desbalanceó el acuerdo de Precios Justos.

Ese trato busca que las compañías salgan a conseguir los dólares para comprar los combustibles mediante un crédito a bancos locales. A cambio, el Banco Central otorga una letra que será ajustada a dólar linked. Funcionarios reconocen que el costo de esta medida para las empresas es importante: la Argentina importa por mes entre 5 y 6 cargamentos de naftas y gasoil, que a los precios vigentes tienen un costo estimado cercano a los u$s270 millones.

Sin embargo, también consideran que aquellas petroleras que consiguieron su financiamiento por 90 días tienen una merecida luz verde. Después de todo, dicen en despachos oficiales, el impacto de 3% extra en la suba mensual no modificará el escenario inflacionario general.
Fuente: Ámbito

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