El 10 de Octubre de 2017, por orden del Fiscal José Arias, dos efectivos que cumplían funciones en la Comisaría Tercera de Concordia, fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia, acusados por haber "armado" una causa contra un conocido personaje de frondoso prontuario. Al día siguiente, el oficial Juan Federico Isfran y el suboficial López, imputados por "privación ilegítima de la libertad, abuso de autoridad, falsificación de documentos e incumplimiento de los deberes de funcionario público", comparecieron ante el Juez de Garantías Darío Perroud. Si bien el magistrado ordenó que fueran liberados, los apartó de sus funciones y les exigió que entregaran sus armas reglamentarias.
Al brindar detalles de la investigación en audiencia ante el juez Perroud, el Fiscal Arias resumió: "Hubo actas falsas, testigos falsos y un teléfono que no había sido robado"
Arias reveló que los policías, al armar la falsa denuncia contra Pais, alias "Bote", habrían hecho figurar como testigos de la detención de su detención a personas que luego desmintieron haber presenciado el hecho y negaron que sus firmas fueran las que figuran en los papeles.
Esas actas fueron enviadas a Paraná para que sean peritadas, de manera tal de corroborar si las firmas corresponden o no a los testigos.
Pero hay otra pericia clave para dilucidar el caso: la de los teléfonos móviles.
Es que, tal como lo expuso el Fiscal, fue la misma dueña del celular que figuraba en las actas como robado quien terminó confesando que a ese aparato en realidad no se lo habían sustraído. Es más, la mujer contó que el suboficial López le había avisado que harían aparecer como que el delincuente tenía ese celular en su poder.
El Fiscal descubrió el armado de la falsa denuncia cuando las primeras pericias al celular presuntamente robado detectaron comunicaciones con el policía López. Fue la dueña la que finalmente reconoció que su celular había estado siempre en su poder y que era falso que el acusado del robo se lo hubiera llevado.
La difusión pública de la denuncia contra ambos uniformados suscitó una durísima reacción del Jefe de la Policía de Concordia, el Comisario Marcelo Den Dauw.
"Puede haber habido algún error en la confección de las actas por parte del oficial actuante", dijo, minimizando lo ocurrido. Pero a su vez, Den Dauw disparó: resulta "llamativo la facilidad con la que se dispone sin más trámite la detención del personal Policial, cuando entre los buenos vecinos de Concordia personajes como el mencionado, transitan libremente las calles de la ciudad a pesar del constante reclamo de los vecinos, con cerca de medio centenar de causas en su haber, sin tener la misma celeridad (de algún fiscal) contra estos delincuentes".
Pero desde el Poder Judicial valoran los hechos de otra manera. El fiscal Arias definió el accionar de los funcionarios policiales como una "defraudación de carácter grave a la administración de Justicia".
