Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
El Consejo de Ministros resolvió ayer pasar de un cierre total de fronteras a uno parcial, lo que implica regresar a la situación que había antes del 20 de diciembre, cuando se ampliaron las medidas debido a la multiplicación de casos de COVID-19. O sea que uruguayos y extranjeros residentes podrán entrar al país a partir de las cero horas del primero de febrero.

El presidente Luis Lacalle Pou, que informó las nuevas disposiciones en la noche de ayer en conferencia de prensa desde la Torre Ejecutiva, sostuvo que “como el cierre de fronteras es parcial, va a haber una coordinación entre ministerios” de Defensa y Salud Pública, para ejercer el mayor control de las personas que llegan al país y de las posteriores cuarentenas que están obligados a hacer quienes ingresan.

La conferencia de ayer, sin embargo, estuvo marcada por las dudas que se generaron luego de que corrieran versiones de que el gobierno no tenía cerrado un acuerdo con el proveedor para América Latina de la vacuna china Sinovac, sino que lo que había era un preacuerdo y no estaban garantizadas las 1.750.000 dosis de este laboratorio que Lacalle Pou prometió en la conferencia del sábado.

Esto fue descartado por el gobierno, aunque advirtieron que posiblemente Uruguay esté en medio de una “guerra comercial” entre distintos proveedores de esta vacuna china.

Por otro lado, Lacalle Pou sostuvo que se sigue negociando con otros tres laboratorios -aparte de Sinovac y Pfizer, con los que ya se acordó. Según ha informado El País dos de las vacunas que se pretenden obtener son la rusa Sputnik V y la que es desarrollada por Johnson & Johnson.

“La eficacia y los tiempos” que pueden demorar las dosis en llegar a Uruguay son hoy las principales claves de las conversaciones, según dijo Lacalle Pou en la conferencia. “Estamos ya en el área grande, y entrando al área chica”, añadió en cuanto a qué tan cerca de un acuerdo se está.

Lacalle Pou, por otro lado, descartó que el plan difundido a la prensa por el embajador ruso en Uruguay, Andrey Budaev, que se reunió días atrás con el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, vaya a llevarse a cabo. Budaev había dicho que Rusia podría poner un laboratorio en el país para distribuir su vacuna en América Latina.

“Lo que dijo el embajador ruso corre por el embajador ruso (…) Pensar en una instalación para producir vacunas, no me parece la proa. En un futuro puede ser, pero hoy lo que queremos es la mayor cantidad de dosis de vacunas probadas”, dijo el presidente.
Obligatoriedad de la vacuna
Lacalle Pou también fue consultado sobre la posible obligatoriedad de la vacuna, algo que fue propuesto por varios legisladores. Si bien el mandatario descartó ir por este camino, dijo que quizá empresas privadas sí podrían exigirles a sus trabajadores que se vacunen.

“El mundo va a ir a una especie de pasaporte sanitario, y ahí, si bien no es una obligatoriedad, es algo que va a poder reducir el ámbito de movilidad de quienes no se vacunen. También puede pasar en nuestro país que, si una persona tiene un establecimiento comercial, diga: ‘acá se entra si se está vacunado’. El derecho de admisión. No es una idea que estoy tirando”, aclaró el mandatario.

También fue cuestionado por quienes han propuesto una reducción mayor de la movilidad. En este sentido Lacalle Pou dijo: “Cuando me hablan de reducir la movilidad, ¿a qué se refieren? No he escuchado a nadie decir qué quieren reducir. ¿Qué la gente no vaya a laburar? Al fin y al cabo esto es un cuidado personal”. El presidente también pidió que “no se politice” la situación de emergencia sanitaria que se vive.
Fuente: El País de Montevideo

Enviá tu comentario