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El billete de $5000 llevaría la figura de Carrillo
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Nacido en Ucrania en 1898, Salomón Chichilnisky llegó con su familia desde Odessa a la Argentina a principios del siglo XX en el marco del plan de la colonización agrícola del Barón Mauricio Hirsch, que buscaba solucionar el problema de las penurias judías en el imperio ruso.
La amistad
Desde la colonia de Palmar Yatay, en Entre Ríos, empezó la trayectoria que lo llevó por el Colegio Nacional de San Isidro a la Universidad Nacional del Litoral en Rosario. Ya médico, en 1937 Salomón atendió a Ramón Carrillo por la hipertensión y le salvó la vida.

Ambos colegas, paciente y terapeuta, trabaron una sólida amistad y Chichilnisky se transformó en un estrecho colaborador del ministro de Salud en el primer gobierno peronista. Entre los cargos que ocupó se destaca el de Director General del Servicio Nacional de Extensión Hospitalaria y Hospital a Domicilio. Lo de la supuesta admiración de Carrillo por Hitler nunca surgió en la larga amistad entre ambos.
Sobre Chichilnisky
Los Chichilnisky fueron enviados a la Colonia Palmar Yatay en el norte de Entre Ríos, en la costa del río Uruguay, para que el padre, Boris Chichelnitzky, formado en la leshivá, se hiciera cargo de la atención religiosa de los judíos de la zona, cuenta una publicación disponible en la web del Hospital Neuropsiquiátrico "Doctor José Tiburcio Borda".

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Salomón Chichilnisky vivió con su familia en la Colonia que hoy se conoce como Ubajay. Agrandar imagen
Salomón Chichilnisky vivió con su familia en la Colonia que hoy se conoce como Ubajay.
El papá de Salomón era shoijet (cumplía y ejercía el ritual del sacrificio de las vacas y aves), mohel (realizaba la circuncisión) y jazan (cantor en el Shil, la sinagoga). Cuando se fundó la población de Ubajay, es decir el poblado de la colonia Palmar Yatay, toda la familia se asentó allí definitivamente, añade el artículo que lleva la firma de Mario Crocco. Era un pueblo de unos mil habitantes, en su gran mayoría judíos. Escaseaban los estímulos y las oportunidades para escolarizar formalmente a los hijos.

Por motivos económicos los Chichelnitzky decidieron mudarse otra vez, ahora a Buenos Aires, a una vivienda de la calle Gallo 980, similar al ambiente que por entonces Armando Discépolo retrataba en su Mustafá. Allí alrededor del año 1920 Salomón se puso seriamente a estudiar.
La polémica
¿De dónde surgió esta acusación contra Carrillo como admirador del Führer?, se planteó Raanan Rein, historiador israelí que escribió el artículo de opinión que publicó diario Clarín al respecto.

Ante todo, dice, por la misma lógica que hace que si Perón estaba en Italia en tiempos de Mussolini, entonces necesariamente se convirtió en fascista. Entonces, si Carrillo visitó Alemania en los años treinta ¿no significaría necesariamente que se convirtió en nazi? La respuesta simple es no, tanto en lo que concierne a Perón como en lo referente a Carrillo.

Por su brillante carrera académica, la UBA otorgó a Carrillo una beca de dos años para perfeccionar sus conocimientos en neurocirugía en Europa. Recorrió instituciones médicas en Ámsterdam, París y Berlín. Es probable que en Alemania haya presenciado un mitin con Hitler, como cuenta en sus trabajos la historiadora Karina Ramacciotti. En 1933 Carrillo ya estaba de regreso en Buenos Aires. En su viaje, logró escuchar la oratoria de un dirigente alemán en sus inicios políticos.

En aquel momento la mayoría de la gente no podía imaginar cómo iba a evolucionar la política del nacionalsocialismo a lo largo de los años 30, ni hablar de la Guerra Mundial, sus consecuencias catastróficas ni la hecatombe del pueblo judío. En 1935 Winston Churchill todavía pudo escribir: “Es en este misterio del futuro que la Historia declarará a Hitler como un monstruo o como un héroe”. ¿Eso significaría que tenemos que considerarlo a Churchill como tolerante hacia Hitler y el nazismo?

“Pero hay tres razones adicionales para esta acusación contra Carrillo y es necesario contextualizarlas para no caer en un anacronismo o en un intento de imponer ideas y conceptos de principios del siglo XXI a las posiciones de figuras públicas del pasado”, añadió luego el titular de la cátedra Elías Sourasky de historia española y latinoamericana y vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv.

Carrillo apoyó la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial. Pero esta posición la compartía aparentemente la mayoría de los argentinos. ¿Era pronazi esta mayoría? Cuatro presidentes, dos civiles y dos militares, favorecieron esta política por diversas razones. Y de hecho, esta línea, que a partir de 1942 enfrentó a la Argentina con los EE.UU., servía los intereses de los británicos y aportaba a la supervivencia de la población civil bombardeada por los alemanes, con envíos de víveres desde puertos argentinos. Si hubiera declarado la Guerra contra el Tercer Reich, los submarinos alemanes hubieran torpedeado los barcos en su camino hacia las islas británicas.

Y finalmente, Carrillo está implicado en la entrada a la Argentina de un oficial danés de las SS, Carl Peter Vaernet, que había trabajado en el campo de concentración de Buchenwald, experimentando con hormonas para “curar” la homosexualidad. Al menos 13 personas murieron con estos tratamientos. Demasiados criminales entraron en la Argentina, escapando de posibles juicios contra ellos en Europa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el esfuerzo por reclutar científicos, terminada la contienda, fue común a muchos países y en este caso quizá haya influenciado la pertenencia de Carrillo a la escuela de neurobiología germano-argentina.

Pero a Carrillo hay que evaluarlo ante todo por el lugar clave que ocupó dentro de la administración pública peronista por ocho años y su aporte crucial al desarrollo del sistema sanitario, la promoción de la medicina social, la construcción de cientos de hospitales, la reducción de la mortalidad infantil o de los muertos por tuberculosis. Por estos logros merece un homenaje; si tiene que ser sobre un billete o no, ya es otra historia, cerró el autor del texto que es autor de "Los muchachos peronistas judíos (Sudamericana)".
Fuente: Diario Clarín.

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