Venta ambulante
Con las playas habilitadas, se reanudó la venta ambulante de productos no permitidos. “Estamos armando un equipo que estimo será de cuatro personas, dos por playa, para tratar de sacar los vendedores, especialmente los que son de afuera y venden productos no permitidos como anteojos, cuando hay una ley provincial a la cual estamos adheridos por ordenanza. Hoy me preguntaba la propietaria de una óptica si se podía presentar a hacer una denuncia y le dije que la haga directamente en Policía para que le corran vista a un fiscal; ellos pueden actuar porque hay una ley que prohíbe la venta de anteojos en lugares no autorizados”, aseguró Hernández.En relación a esta modalidad comercial, agregó: “La mayoría viene de Brasil. No tengo nada en contra de la gente que viene de allí a veranear, pero hay una familia entera que viene todos los años, se aloja en una casa y paga sus vacaciones vendiendo anteojos y cosas que no están permitidas. Ya viene el nieto de quien vino hace 20 años por primera vez. Los tenemos perfectamente identificados, sabemos dónde están parando y todo. Conocen cuáles son las ordenanzas, por eso ya ni vienen a la municipalidad a pedir un permiso que saben que no existe”.
Pese a esto, reconoce que el trabajo de los inspectores se hace muy difícil porque buena parte de los turistas suele tomar partido por los vendedores. “Se genera un ambiente hostil, los inspectores son atacados, la Policía -si bien resguarda la seguridad del agente municipal- tampoco se pone en contra del turista. Se crea un clima en el que optamos por sacarlos de la playa para evitar decomisarles la mercadería, decirles que se tienen que retirar y así cada vez que los encontramos, hasta ganarles por cansancio. En el barrio de Flores, en Buenos Aires, se ponen con los paños, cuando ven venir a la Policía levantan todo y se cruzan a la vereda de enfrente, al rato la Policía pasa por esa vereda, así las cuatro horas. No venden nada, por lo que intentaremos manejarnos así acá a ver si da resultado”, comenta el funcionario.
El coordinador del área recuerda además que “lo único permitido para la venta en la playa son los productos de panificación”. Quien quiera obtener su permiso, “lo primero que debe tener es libreta sanitaria. Eso exigiremos hasta el 7 de enero en que finaliza el receso municipal, luego deben registrarse en la municipalidad y abonar lo que prevé la ordenanza”.
Perros en la playa
La presencia de los perros en la playa suele generar polémica y opiniones encontradas. “Está contemplado en la ordenanza que regula la tenencia responsable de mascotas. En la playa no pueden estar, salvo un sector en Playa Norte. Es por razones higiénicas y de seguridad. Si no se identifica al dueño del animal va la gente de Zoonosis de la municipalidad y se lo lleva. Generalmente son de gente de Colón”, dice Hernández.En cuanto a los perros que permanecen sueltos en la vía pública, Hernández recuerda que “la ordenanza establece que todo perro que tenga un dueño debe portar un collar con una chapita con un número de teléfono para ser identificable en caso de perderse o morder a alguien. Además, no se los puede largar sueltos, sino que uno los debe acompañar”.
Uso de pirotecnia
En la noche del 24 volvieron a escucharse detonaciones en Colón, producto del incumplimiento de la ordenanza que regula la venta y el uso de artefactos de pirotecnia. “Si bien la ordenanza habilita a hacer multas en la vía pública, debemos tener bien identificada a la persona para saber a nombre de quién se hace el acta”, dijo Hernández.“Llegaron denuncias y los inspectores tienen que haber realizado las actas de infracción. Aún no tenemos habilitado el Juzgado de Faltas, pero luego se hará el racconto”.
En cuanto a los comercios que venden elementos de pirotecnia no autorizados, “se labraron infracciones, pero evidentemente el costo de las multas es menor que la ganancia que les deja la venta”.
Y agregó: “No solo ocurre el 24, sino que el día anterior un equipo de fútbol salió campeón y festejó en el cartel de Colón con pirotecnia, desconociendo la ordenanza; tenemos fotos y se harán las actuaciones correspondientes. Nosotros labramos las infracciones en cuanto a los artículos correspondientes, y se prevé como pena un mínimo y un máximo de litros de nafta, es el juez de Faltas quien tiene la facultad de establecerlo”.
Sobre los festejos luego de la final protagonizada por River y Boca, el jefe de Habilitaciones dijo que -si bien se escuchaban los estruendos- “era difícil identificar a los autores porque estaban muy agrupados y nosotros estábamos abocados a cortar las calles para que no se generen conflictos con automovilistas”.
Pese a que el resultado parece desalentador para quienes hace años proclaman las consecuencias de la pirotecnia de estruendo sobre la salud de algunos sectores de la población y de los animales domésticos, Hernández consideró que “el trabajo de prensa en cuanto a la vigencia de la ordenanza hace que haya disminuido en relación a otros años”.
