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Hace ya tiempo que el robo de placas en los cementerios se ha vuelto moneda corriente. Para ponerle un freno al “negocio” hace falta mucho más que ensañarse con el primer eslabón de la cadena. Detrás del que las arranca se esconden los que las compran y revenden para que finalmente el metal sea reutilizado.

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Las fotos del joven detenido en el Cementerio Nuevo de Concordia son muy elocuentes. Y la colección de placas que se llevaba mucho más. Son imágenes que generan dolor e impotencia en los familiares de los fallecidos. Es un delito que se vivencia como un ultraje a la memoria de los seres queridos.

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Pero más importante que las fotografías habrían sido los dichos del detenido. Al menos de modo informal y ante una de las autoridades del Cementerio, el joven de rostro tatuado habría contado cómo se las ingenia para convertir a las placas robadas en dinero en efectivo. Aunque sus dichos no fueron en sede Judicial, cabe la posibilidad de que sean aprovechadas por la Justicia para “tirar” de esa piola e investigar a fondo.

El muchacho que fue apresado por un policía que prestaba en el lugar servicios adicionales tiene 33 años y no estaba solo en el Cementerio. Lo acompañaba una mujer de 28 años, según la información policial. Testigos de la detención aseguran que ella llevaba un bebé en brazos, al que estaba amamantando. Una escena muy particular: mientras el hombre robaba placas de las tumbas, ella alimentaba a un bebé de pocos meses.
Fuente: El Entre Ríos

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