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Dos sacerdotes de Rosario estuvieron en Concepción del Uruguay para hacer entrevistas sobre la vida de Claudio Lepratti. Al joven, asesinado en 2001, le adjudican dos milagros: uno en Buenos Aires y otro en Neuquén.

La cara del entrerriano, Claudio Hugo Lepratti, cubre desde remeras hasta murales, desde que fue asesinado el 19 de diciembre de 2001, en Rosario, tras un disparo efectuado por un efectivo de la Policía de Santa Fe. La historia de “Pocho” es una de las más emblemáticas entre las de las víctimas de la represión estatal en medio de la crisis social que se desató antes de la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa.
Quién era “El Ángel de la Bicicleta”
Claudio Lepratti tenía 35 años cuando lo mataron. Nació el 27 de febrero de 1966 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, estudió abogacía en la ciudad de Santa Fe y dedicó la última década de su vida a la militancia los barrios populares de Rosario y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).

“Pocho” llegó a la ciudad después de haber dejado la carrera de seminarista en el Instituto Salesiano de Funes. Primero pasó por Empalme Graneros y luego se hizo una casilla en barrio Ludueña, donde cultivó una relación larga y estrecha con el padre Edgardo Montaldo.
Promoverán su beatificación
El miércoles, jueves y este viernes, estuvieron en Concepción del Uruguay, ciudad natal de Pocho, dos sacerdotes de Rosario, Lucas Policardo y Marcelo Valsecchiq, para hacer entrevistas sobre la vida de Claudio Lepratti.

Según pudo saber La Pirámide, se inició un expediente para gestionar la beatificación y posible santificación de Claudio, ya que hay dos situaciones, calificadas como milagros, en las que tuvo una intervención para salvar la vida a dos personas, donde invocaron la intervención de Claudio y salvaron sus vidas, un caso es en Buenos Aires y otro en Neuquén.

Faltan realizar muchas pruebas para establecer si fueron un milagro o una gracia.

Los sacerdotes están en una etapa de reunir testimonios sobre la vida espiritual de Claudio y luego se presentará el expediente ante el Obispo, si el Obispo avala los testimonios se eleva para su tratamiento en el Vaticano, caso contrario no prosperará la solicitud.
El crimen de “El Ángel de la Bicicleta”
“¡Dejen de tirar, hijos de puta!”, gritó el militante social desde el techo de la Escuela 756 “José M. Serrano”. En ese momento trabajaba como auxiliar de cocina en el barrio Las Flores y subió alarmado cuando escuchó los disparos que realizaban las fuerzas provinciales en el fondo del establecimiento.

Lepratti quiso proteger a los chicos que estaban comiendo adentro del edificio, pero recibió un escopetazo en el cuello y murió desangrado. Después los policías abrieron fuego de nuevo contra el patrullero en el que circulaban e intentaron simular un enfrentamiento, según la investigación judicial sobre el homicidio en Rosario.
Condenado
En el marco de la causa sobre el crimen condenaron a 14 años de prisión a Esteban Ernesto Velázquez como el autor del disparo fatal. La sentencia de “Tiki” se dictó agosto de 2004 y antes de terminar el 2015, ya se encontraba en libertad.

Otros cuatro policías fueron declarados culpables por otros delitos ligados al plan para encubrir el asesinato en barrio Las Flores. Todos ellos están en libertad.
Su huella en el barrio
La historia del homicidio de Lepratti inspiró la canción “El Ángel de la Bicicleta”. El tema compuesto por Luis Gurevich se convirtió en uno de los grandes éxitos de León Gieco, que lo grabó y editó en 2005 como parte de su disco “Por favor, perdón y gracias”.

El trabajo social de “Pocho” dejó una huella profunda en Ludueña, la zona de Rosario que eligió como su último hogar. Allí una plaza lleva su nombre y su legado también se trasladó al barrio Tablada, donde a menos de un año de su muerte se inauguró la biblioteca popular que lo recuerda y le rinde homenaje de la misma forma.
Fuente: El Once

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