Su padre, Juan Carlos Ayala, fue inquilino tiempo atrás de una familia que tiene casas y departamentos en San Salvador.
Junto a él vivían su esposa Yanina y la propia Sheila, en una pequeña vivienda de calle Vuelta de Obligado, en el Barrio Tres Focos.
Al parecer, luego del nacimiento de su hijo menor, la mujer se fue de la casa y Ayala se quedó a vivir en San Salvador.
Luego, obtuvo la tenencia de la nena y se volvió a Buenos Aires.