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En un acto de jura de fiscales, el Procurador Jorge Amílcar García habló de la relación de la Justicia con la política en un escenario de tensión entre los poderes del Estado por la causa de los contratos truchos. Se volvió a diferenciar de Comodoro Py y dio su opinión sobre algunos comportamientos de la prensa.

En su discurso fue mechando sus conceptos con autores de la filosofía y el derecho. El prólogo lo dejó para lo institucional. Destacó el Consejo de la Magistratura de Entre Ríos como “modelo del país por su organización” y por su perfección que atravesó a distintos gobiernos. Al referirse a sus conducidos, que debían jurar, refirió a la legitimidad que se le agrega a un funcionario que pasó por el organismo examinador. Enseguida habló de dos generaciones: “Uno ve el número de documento de los jurantes y no puede menos que decir que estamos al final del camino y ellos al inicio”. García ha anunciado que a finales del año que viene estaría dejando el Ministerio Público Fiscal.

Sin extenderse, el jefe de los fiscales planteó “el problema de la independencia judicial”. “La gramática con la que nosotros trabajamos, sobre todo la más importante, es la de hacerlo en el máximo respeto por los otros poderes. El recato del Poder Judicial frente a los otros poderes hace el juego de contrapeso”, afirmó, acompañado, a cada uno de sus costados, por el defensor general, Maximiliano Benítez; y los vocales Emilio Castrillón, Susana Medina, Claudia Mizawak, Bernardo Salduna, Juan Ramón Smaldone y Martín Carbonell.

Las palabras de García sobre el vínculo entre Justicia y demás poderes contrastan con lo señalado recientemente por el abogado defensor de un grupo de legisladores, cuando dijo, sin más: “No ver la injerencia de un poder sobre otro es ver la mitad del cuento”.

El procurador también habló del ejercicio del periodismo. “No seguimos a la pulsión de los medios, a la pulsión de la política. Respetamos absolutamente los derechos humanos de los acusados. Nunca se va a ver a alguien sacado a la noche en piyamas y no vamos a usar la prisión preventiva como una decisión política”, asestó García en una clara referencia al caso de Amado Boudou, cuando fue expuesto por la Justicia, las fuerzas de seguridad y los medios en piyamas cuando era detenido.

No es la primera vez que García se diferencia de Comodoro Py y en medio de un contexto de tensión entre la política y la Justicia. Hace un año atrás, en una audiencia de casación del ex senador Raúl Taleb, refirió a que no se estaba ante los Panamá Papers, ni al blanqueo de millones de dólares de las empresas del Presidente y el macricaputismo (por Nicolás Caputo), como tampoco ante los intentos de sacar a la procuradora general Alejandra Gils Carbó promovido por sectores del gobierno nacional y la Justicia Federal porque la entonces jefa de fiscales tenía “los datos de Odebrecht y el Lava Jato y todas las empresas pertenecen al señor Presidente”. Las posturas del zaffaroniano García, más allá que también había mencionado a la corrupción kirchnberista, mereció el reproche de Cambiemos.

El último capítulo de su discurso en el auditorio del Concejo General de Educación se lo dedicó al periodismo. “Por más que algunos crean que puedan hacer los juicios paralelos por la prensa, eso para nosotros es entorno. Nosotros toda la discusión la damos dentro del debate moral y jurídico en un procedimiento ajustado a derecho”, se despachó.

García fue quien salió a desmentir las versiones que indicaban que todas las autoridades de la Legislatura iban a ser procesadas próximamente cuando la causa de los contratos truchos estaba, aún, en secreto de sumario.
Fuente: Página Política

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