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Radicado desde el inicio de su carrera profesional en Córdoba, Leandro Palladino no olvida sus raíces y eso queda a la vista cada vez que se refiere al Tomás de Rocamora de Concepción del Uruguay.

“Recuerdo muchas cosas, estar todo el día en el club, la pileta, el playón, descubriendo escondites. Pasé mucho tiempo ahí y hasta recuerdo que a veces iba a la siesta y me quedaba hasta la noche cuando después de entrenar me iban a buscar mis papás”, admitió “Torito” en diálogo con la prensa oficial del club uruguayense.

Sobre sus inicios en el básquet, el integrante de la Generación Dorada recordó: “Me ponía la ropa de mi viejo y leía los recortes de diarios donde estaba él. Me acerqué al club por todo eso que veía de mi papá cuando jugaba”. Y añadió: “Recuerdo cuando iba a la cancha a ver la Primera. La mayoría de las veces estaba debajo de los aros, con la bolsa de girasol y junto a mis compañeros de esa época en mi categoría”.

De aquellas épocas, el dos veces campeón de Liga Nacional y de Liga Sudamericana con Atenas de Córdoba, rememoró: “En principio me acuerdo bien de Javier Grattarola, que me tuvo en varias categorías y después tuvimos la posibilidad de compartir Campeonatos Entrerrianos. Obviamente que de ‘Turco’ Martín Amden cuando era Monitor y, sin dudas, del tucumano Mario González y “Chiqui” Emma Giqueaux. Fueron dos personas muy importantes, sobre todo ‘Tucu’ porque lo tuve mucho tiempo, desde Infantiles y hasta que llegué a jugar en Primera. Fue alguien que me guió y apoyó mucho”, contó.

De lo estrictamente deportivo, Palladino destacó de sus épocas de adolescente, en los primeros años de los ’90: “La verdad que los Cadetes y Juveniles de aquella etapa -años ’92 y ’93-, que llegamos a jugar las instancias finales del Argentino de Clubes, fueron de las categorías que más alegrías me dieron. Llegamos a jugar dos años consecutivos, primero una semifinal siendo yo una categoría más chica y al siguiente en la final que perdimos con Atenas de Córdoba”, destacó.

“Se preparaba todo cada 15 días, estábamos toda la semana pendiente de ver quién organizaba el cuadrangular… la verdad que fue una etapa muy linda porque estaban todos los papás, se jugaba a cancha llena, con mucha gente apoyando, colaborando y siguiendo la campaña de Rocamora. Y hubo jugadores que vinieron a jugar contra nosotros, que después fueron muy importantes a nivel nacional e internacional”, añadió.

¿Y quiénes fueron algunos de sus compañeros? “Contacto tengo con algunos de ellos, pero no tan frecuente. Tengo una amistad muy grande con ‘Luli’ (Luján) Caire, que era de mi categoría, y con Sebastián Faure. Con Aldo (González) y Martín Rossini también suelo hablar; con varios de ellos mantengo contacto”, señaló quien después inició en Atenas de Córdoba una fructífera carrera.

Justamente el “Griego” cordobés, el mejor equipo del continente en los ’90, fue su destino tras la salida de Rocamora y ese pase le permitió al “Rojo” adquirir el parqué que hoy luce el estadio “Julio César Paccagnella”. “Todo lo que yo pueda generar o le pueda dar al club a mi me hace muy feliz, porque el club es mi segunda casa; Rocamora es mi sangre y todo mínimo gesto que pueda tener desde mi imagen me pone muy bien. En su momento el hecho de que puedan poner el parqué, que era uno de los pasos grandes por dar, también me puso muy orgulloso y contento. Y no quiero quedarme con eso sino seguir apoyando desde el lugar que esté”, admitió quien cerró su exitosa carrera en Rocamora en la Liga B 2008/2009.

Pasaron los años y la relación con el club no se cortó: “El vínculo no se rompió porque tengo sentido de pertenencia y es con el club Rocamora. Aún estando en Europa en cada receso yo aprovechaba para ir a Concepción y al club para entrenar, a dar una vuelta, ver entrenamientos, algún torneo o lo que sea. Es mi casa y eso sigue vigente”, afirmó.

Finalmente, “Toro” se refirió al crecimiento de la institución: “Ha habido diferentes etapas, momentos y crecimientos buenos y malos; en los últimos tiempos se afianzó mucho en una categoría a nivel nacional, que es la segunda categoría y no es fácil por todo lo que genera jugarla. Creo que el club está bien, afianzado en la categoría, y es un logro muy grande. Además, el club ha seguido formando jugadores de su cantera y eso es algo también muy meritorio para seguir creciendo en su estructura y lo que venga a futuro”, concluyó.
Trayectoria
Palladino jugó en Atenas entre 1994 y 2000, ganando dos veces la Liga Nacional y dos la Liga Sudamericana en 1997 y 1998.

Luego se marchó a Europa, donde vistió las camisetas del Reggio Calabria (2000/2001), Nuovo Nápoles (2001/2002) y Pompea Nápoles (2002/2003) de la LEGA Italiana, del Tau Cerámica (2002/2003) y de UNELCO Tenerife (2003-2005) de la ACB de España.

En la temporada 2005/2006 retornó al país para jugar LNB con Ben Hur de Rafaela. Y luego volvió a emigrar, en este caso al Cimberio Aironi Novara (2005/2006) de la Legadue Italiana y al CSKA Sofía de la NBL de Bulgaria.

El cierre de la carrera lo hizo en Argentina, jugando la 2006/2007 para Central Entrerriano y Boca Juniors, la 2007/2008 en Atenas, todos en LNB, y la 2008/2009 para Rocamora, en la Liga B, hoy Torneo Federal.

Integró la Selección Argentina en categorías Juniors, Sub 22 y Mayor, siendo campeón del Sudamericano y el FIBA Américas 2001 y subcampeón del Mundial 2002, entre sus principales logros.
Fuente: Prensa Rocamora / El Entre Ríos

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