Desde la ciudad de Colón, donde una parroquia lleva su nombre, el historiador Alejandro González Pavón rememora la historia de un sacerdote europeo que llegó a la región allá por la década de 1920, y tuvo entre sus sueños la construcción de una capilla –hoy parroquia- que lleva el nombre de esta advocación mariana.
16 de julio: Colón celebra el día de NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
En el vocablo popular, se la sigue llamando como nació: CAPILLA DEL CARMEN, sin embargo desde hace varias décadas ya dejó ser Capilla para ser hoy PARROQUIA. Si bien su historia deberíamos abordarla en el mes de diciembre que es la fecha en la que se inauguró y bendijo (5 y 7 del año 1937), en un día como hoy en que se conmemora su Patrona es bueno hacer una breve reseña para recordar y revivir juntos algunos de sus aspectos fundacionales.
Llegó a colón iniciando la década de 1920. La ciudad aún estaba transitando su etapa de cambios, de metamorfosis urbana y la parroquia misma estaba necesitando concretar una multiplicidad de proyectos que hasta entonces solo estaban en papeles y en los diálogos de aquellos visionarios que soñaban despierto por una comunidad consolidada, basada en los preceptos de iglesia como una de las Instituciones principales de la ciudad.
No pasó mucho tiempo que sus acciones comenzaron a hacerse visibles. Su primer y gran proyecto (entre muchos) fue la remodelación del templo de la Parroquia de los Santos Justo y Pastor tanto interiormente como su exterior. Siempre sostuvo que no era posible concebir a una iglesia parroquial en las condiciones en las que estaba: inconclusa. Y así fue. Pero no cabe duda que dos de sus grandes anhelos fueron la Capilla (hoy Parroquia) de Nuestra Señora del Carmen y la Capilla de Colonia San Anselmo. Dos de sus grandes obras materiales que supo dejar a Colón y la zona de colonia de su paso por esta región.
Considerando que hoy la comunidad del Carmen celebra su fiesta patronal, es menester dejar en claro que el templo parroquial que hoy tienen fue levantado ladrillo por ladrillo gracias a la colaboración incesante de todo el pueblo de Colón y gracias – sobre todo – al empuje incansable de ese sacerdote que soñó en concretar esta gran obra para lo que él llamaba: el barrio puerto.
Hoy en una fecha más en la que la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen conmemora el día de su Santa Madre Patrona, elevamos una oración especial por la memoria del Pbro. Narciso Goiburu, gestor y acreedor de su construcción.
