Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Simón, el mono capuchino
Simón, el mono capuchino
Simón, el mono capuchino
Un mono capuchino que vivió 9 años con una familia en La Pampa, es protagonista de una polémica que llegó a la provincia de Entre Ríos.

Todo se habría iniciado con la denuncia de una vecina a principios de este año, lo que motivó la intervención de Recursos Naturales y el posterior secuestro del animal.

Disconforme con la medida, quienes habían sido sus adoptantes iniciaron acciones legales para lograr recuperar a “Simón”, al cual habían encontrado en una ruta catamarqueña. Como la Ley Nacional 22.421 establece que la tenencia, tránsito y venta de ejemplares silvestres está prohibida, la familia pide que se los reconozca como “familia multiespecie”.

Luego de permanecer en el hospital escuela de la Facultad de Veterinaria de General Pico, hace algunos días el ejemplar fue trasladado a Tekove Mymba, un santuario ubicado en Colonia San Anselmo del departamento Colón, en Entre Ríos.

Entre las voces que manifestaron su disconformidad con el lugar elegido está la de Alejandra Juárez, directora del Proyecto Carayá, en cuyo predio de Córdoba viven 41 monos capuchinos.

“Ningún santuario en el mundo considerado serio aloja más de dos, como mucho tres, especies de animales”, dijo en declaraciones publicadas el 18 de noviembre por La Nación.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Tekove Mymba Agrandar imagen
Tekove Mymba
“Hay santuarios serios, que se dedican específicamente a primates, adonde fueron Sandra o Sasha y Kangoo del Ecoparque de Palermo, pero es imposible brindar una atención cualificada cuando tenés tanta cantidad de especies. En la práctica, este lugar al que llevaron a Simón sin importarles nada más que tenerlo, no es otra cosa que un zoológico con espacios más grandes, apoyado por el gobierno nacional y acusado de muchas irregularidades”.

“La tenencia de animales silvestres como mascotas es ilegal, de eso no hay dudas. Pero cada mono debe ser tratado como individuo, no como especie. Cuando viene un mono aquí, intentamos que la ruptura no sea abrupta. Trabajamos con la gente que lo tenía. Tenemos personas que se vienen a instalar dos o tres semanas hasta que el mono se adapta”, señaló.

Por el mismo medio habló Adelmar Funk, director del Complejo Ecológico de América y profesor en ciencias naturales.

“Lo primero que hay que decir es que rescatar a un mono de la naturaleza, sea cualquiera el caso, no está bien; la ley (de tráfico de especies) lo dice. La familia es pasible de recibir todas las acciones legales contempladas, eso no está en discusión”.

Dicho esto, agregó: “El tema es que el Estado no solo debe actuar en concordancia con las leyes, sino también considerar que el animal no va a poder volver a la naturaleza. No debe castigar al animal para castigar a la gente. Ya se ha generado una relación sentimental entre ellos”.
Respuesta desde el santuario
No es la primera vez que el santuario animal Tekove Mymba es foco de las críticas.

En mayo de este año, la Asociación Proteccionistas de Animales (APA) de La Rioja había expresado su preocupación por el destino de 19 grandes felinos.

En aquella oportunidad, el presidente de la fundación había adjudicado las críticas a que “hay mucho dinero de por medio y tocamos otros intereses”.

“Tenemos una fundación de Grado I. Presentamos balance y nos fiscaliza AFIP cada 6 meses. No estaríamos recibiendo dinero si no estuviese todo impecable; además debemos facturar cada peso para aquello que dice el convenio”, había dicho a El Entre Ríos.

Consultado ante esta nueva alternativa, volvió a hacer hincapié en presuntos intereses económicos: “Lo que pasó con el mono Simón es que fue muy público, por eso la mayoría de las ONG’s lo quieren por una cuestión económica; después les sirve salir vender con él para juntar fondos”.

“Desde La Pampa llamaron a Nación y desde allí les dijeron que si querían sacar el mono de la provincia, la única institución habilitada del país es Tekove Mymba, condición para hacer interjurisdicción de animales”.

El biólogo calificó a las críticas como una “opereta” cuyo fin es “opacarnos”, aunque sostiene que la única realidad es que “todos quieren al mono pero nadie está en regla”.

Quien también expresó su malestar hacia la fundación entrerriana es la ONG “Derecho Animal en Argentina”.

“Informe oficial de las irregularidades de este lugar, ante un pedido de Información Pública al Ministerio de Ambiente”, dice una publicación de Facebook del 25 de noviembre, en el que muestran parte del acta realizada por la Brigada de Control Ambiental (BCA), dependiente de la Dirección de Inspecciones del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a partir de constituirse dos agentes en el domicilio de la Fundación Tekove Mymba, el 16 de junio de 2022.

“No se entiende cómo siguen ingresando animales víctimas y cómo ingreso Simón, aun con una prohibición de la Justicia para salir de La Pampa”.

“Hechos contundentes y victimas que perdieron sus vidas en un lugar que debía protegerlos”, agregan.
De acuerdo a lo que puede leerse en estas páginas, en la recorrida por el predio que los agentes realizaron junto al presidente, Juan Manuel Paccot, “se verificó que los ocho ejemplares de la especie mono tití que se encontraban en depósito legal, los cuales se encontraban amparados en el ACTA DIN N° 850/2020 y ACTA DIN N° 1033,020, solo uno de ellos se encontraba con vida”.

En relación a los ejemplares restantes, “el inspeccionado exhibió dos cadáveres, no obstante, no presentó los correspondientes certificados de necropsia. Así mismo, aseguró que otros dos individuos habían sido capturados por aves rapaces y sobre los tres ejemplares restantes, el Sr. Paccot declaró no saber qué había sucedido con ellos”.

Por otra parte, “se verifico la presencia de tres ejemplares de la especie mono Carayá, los cuales se encontraban sueltos en los alrededores de la casa principal de esta fundación, sin ningún tipo de control perimetral”.

El informe también asegura que “se constató el cadáver de un ejemplar de la especie cardenal amarillo. Al respecto de esto, el inspeccionado no presentó el certificado de necropsia correspondiente. Tampoco comunicó dicho deceso en el plazo de 48 horas a la Dirección Nacional de Biodiversidad, tal como se establece en la Resolución 170, para los casos de ejemplares categorizados en 'Peligro Crítico de Extinción’".

“El inspeccionado no presentó la correspondiente planilla rubricada del plantel de animales vivos en el límite de tiempo establecido en el ACTA DIN N° 964/20”, a la vez que “no exhibió el correspondiente libro foliado en el cual se consignen las novedades relacionadas con los movimientos diarios de ejemplares”.

Al momento de las conclusiones, se señala: “Según lo observado durante la inspección se pudo corroborar que varios de los recintos no cumplen con las recomendaciones mínimas de bienestar animal”.

Sobre esto, Paccot comenta que el informe no fue publicado en su totalidad y asegura que “lo del sumario es falso. A una solicitud en la que me dicen que si en determinado plazo no respondo me hacen un sumario, le pegaron la parte de la presentación que nosotros hicimos a Nación de la baja de animales, entonces quedó como que van a iniciarnos un sumario porque los animales se mueren”.

“Una cosa es un sumario administrativo por presentar algo fuera de término y que tenga que pagar una multa. Ahora, pegar eso con animales que se dieron de baja acá y hacer como que estamos sumariados por mortandad, hay un abismo”, agrega.

En este sentido indica: “Trabajamos muy prolijo. Cada vez que se muere un animal nuestro veterinario tiene que hacer una necropsia y darle de baja, porque están todos con papeles”.

Consultado sobre si alguna vez se les ha iniciado un sumario, responde: “No, para nada. Cada vez que el Estado Nacional manda a pedir algo, dice que en caso de que uno no responda en tantos días se dará inicio a un sumario. Lejos Nación de hacernos un sumario a nosotros, que somos los únicos que trabajamos con ellos”.
Sin respuesta oficial
La Fundación Tekove Mymba se constituyó en 2019 como el primer santuario animal del continente latinoamericano.

El 9 de marzo de 2021, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación dio a conocer a través de su página web oficial, la firma por parte del titular de la cartera Juan Cabandié y el presidente de la fundación Juan Manuel Paccot, de un convenio para trabajar en forma articulada en el rescate, asistencia y alojamiento de animales de diversas especies en el predio de 1.200 hectáreas ubicado en el departamento Colón.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

El ministro Cabandié con Paccot, de Tekove Mymba Agrandar imagen
El ministro Cabandié con Paccot, de Tekove Mymba
En tanto el 14 de marzo de 2022, se publicó la rúbrica de un nuevo acuerdo entre los mismos protagonistas, a través del cual la cartera nacional otorgaría el monto de $32.781.952 millones para la adquisición de bienes, mejoras y ampliación de recintos de diversas especies de animales.

Ante los comentarios de supuestas irregularidades en el funcionamiento del santuario, la semana pasada comenzamos a gestionar la posibilidad de una entrevista con alguien del ministerio.

Un funcionario no respondió nuestro mensaje de audio. Tampoco tuvimos una respuesta positiva a través del área de Prensa, desde donde nos pidieron enviar las preguntas ya formulas por WhatsApp.

Cumplimentado este paso, nos dijeron que “para mayor formalidad” la comunicación debía continuar por correo electrónico. En un nuevo intento por obtener alguna declaración oficial, escribimos a esa dirección, desde donde otra persona nos informó –disculpas mediante- que “hasta el momento”, no habían podido “coordinar para este tema”.
Fuente: El Entre Ríos

Enviá tu comentario