Franco Armani (6): Nada que hacer en el gol de Bolivia. No tuvo mucho trabajo, bien con los pies y una sola falla en una salida que por poco no terminó en gol de Martins.
Gonzalo Montiel (6): De menor a mayor. Le costó al principio y desde su sector partieron varios centros peligrosos –uno de ellos el gol-, aunque levantó en el ST, donde fue sólido y se proyectó varias veces.
Nicolás Otamendi (7): Al igual que su compañero de zaga tuvo algunos problemas con Martins en el inicio, pero después no sufrió inconvenientes.
Nicolás Tagliafico (6): Uno a los que menos le costó adaptarse a la altura. Mucho despliegue y decisión en las divididas. Le faltó más participación en ofensiva.
Rodrigo De Paul (5): Algo impreciso para pasar la pelota, pero como siempre suplió esa falencia con ganas y actitud.
Leandro Paredes (6): Tampoco estuvo bien para la distribución, pero fue un arma importante para generar las primeras de riesgo con disparos desde afuera.
Exequiel Palacios (8): Notable partido del ex River. Siempre bien posicionado, complemento ideal para los del medio y los de arriba. Cambio de ritmo e inteligencia. Partícipe clave en la acción del 1-1.
Lucas Ocampos (5): Fue el más incisivo del arranque pero de a poco se fue quedando. Volvió a ser reemplazado en el comienzo del ST.
Lionel Messi (7): Después de un primer tiempo en el que casi no participó, en el segundo fue clave escondiendo la pelota y dejando a compañeros de cara al gol.
Lautaro Martínez (8): Un desgaste tremendo, presionó y exigió todo el tiempo a los centrales. La guapeó en el 1-1 y dio el pase para el 2-1 de Correa. Tuvo varias y en la más clara Lampe le negó otro gol.
Joaquín Correa (7): Golazo para decretar la victoria. Aprovechó sus minutos, dando una mano en el medio y siendo opción de pase en cada contra.
Nicolás Domínguez (6) y Guido Rodríguez (6): Entraron para oxigenar el medio y cumplieron. Impusieron orden, quite y buen primer pase.
Facundo Medina: Entró unos minutos en el cierre por Lautaro en su debut en la Selección.
Lionel Scaloni (8): Antes como jugador, ahora como técnico, volvió a ganar en La Paz como en 2005. Mantuvo casi el mismo equipo que en el debut, exceptuando el ingreso de Palacios, una de las figuras, por el lesionado Acuña.
Administró bien los recursos, cambiando a los dos mediocentros promediando el segundo tiempo y bancó hasta el final a Martínez, que pese a estar cansado era el más peligroso en el ataque.
