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Con el acto oficial por los 133 años, Villa Elisa dio inicio al programa de actividades de su mes aniversario, recordando el legado de los primeros pobladores de la colonia, llegados en 1890.

Durante la ceremonia en el auditorio municipal “Peragallo”, fue destacada la figura del fundador de la ciudad, Héctor de Elía, como “joven visionario y talentoso” que emprendió la tarea de fundar pueblos, colonizando más de 50 mil hectáreas. Tanto el asesor cultural de Entre Ríos, Roberto Romani, como la intendenta Susana Lambert, hicieron referencia al legado del colono y a pasajes claves de la historia elisense, como aquel gran festejo por su centenario en 1990.

También expresó su emoción por el acontecimiento la tataranieta del fundador, Daniela Páramo de Elía.
100 años de organización institucional
Este año, al cumplirse un siglo de la creación de la Junta de Fomento, fueron recordados sus primeros integrantes.

Aquel grupo estuvo conformado por José Moix (presidente), Agustín Gutiérrez (vicepresidente), Emilio Portenier (tesorero), Remigio Chanseaud (secretario) y Andrés Roude, Mauricio Küttel y Víctor Gastal (vocales), la mayoría de los cuales -menos Chanseaud- actualmente dan nombre a varias calles de la ciudad.
Sus primeras acciones fueron la construcción de puentes, alcantarillas y caminos, dando respuesta a las inquietudes de los vecinos del momento. Luego, ante la necesidad de ordenar y distribuir las actividades, surgieron subcomisiones internas, como Obras Públicas, Higiene y Gastos.

El 1971 la localidad fue elevada al rango de “Municipio de primera categoría” y, dos años más tarde, en 1973, por primera vez hubo un presidente municipal: fue electo Heraldo Neris Peragallo.

Descendientes de los miembros del primer gobierno, como también familiares de los sucesivos presidentes de juntas, recibieron recordatorios durante el acto.
Ensamble musical y poético
A modo de cierre de la velada, la música se hizo presente a través de un ensamble integrado por Ezequiel Fretes (guitarra y voz), Gustavo Roude (bajo), Martín Zermathen (piano), Agustín García (guitarra) y Sebastián Charreun (batería).

A su turno, Romani desplegó su arte poético y musical junto a Hugo y Celestino Mena, ofreciendo un repertorio de chacareras, chamarritas y chamamés.
Fuente: El Entre Ríos

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